La accidentalidad laboral continúa siendo una lacra arraigada en el mercado de trabajo español que se cobra la vida de cientos de trabajadores todos los años. Entre enero y abril de 2023 han perdido la vida durante el desempeño de su actividad laboral, o en el trayecto entre su hogar y el centro de trabajo, 230 personas (197 en jornada y 33 in itinere). La cifra se ha reducido en 28 defunciones, una reducción del 10,9% que no opaca que diariamente mueren dos trabajadores a consecuencia de un accidente laboral.

De entre las causas que han propiciado estas muertes destacan los infartos y derrames cerebrales, que acumulan 97 de las 230 muertes. Seguidamente aparecen los accidentes de tráfico (55), las caídas (28) y los atrapamientos y amputaciones (22). “Queremos hacer hincapié en la importancia de la salud mental asociada al trabajo y, más concretamente, a la importancia de gestionar los riesgos psicosociales de la misma forma en que se gestiona la seguridad o la higiene, ya que el estrés suele ser la causa principal que se esconde tras estas patologías mortales”, han trasladado desde la Unión Sindical Obrera (USO) como análisis de la principal causa.

Durante estos primeros cuatro meses del año se han producido un total de 193.231 accidentes laborales que supusieron la baja del trabajador, lo que supone una media de 1.610 siniestros diarios. Del total, 1.488 han sido accidentes graves, entendidos estos como los que propician daños personales de calado (rotura de hueso, quemaduras que afectan a un elevado porcentaje del cuerpo, etc.). Ateniendo a estos datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía social, hasta 12 trabajadores han sufrido un accidente laboral grave diariamente de media durante este periodo.

Las cifras muestran una leve mejoría y de los casi 200.000 accidentes laborales, los que han tenido lugar durante el desarrollo de la jornada laboral (167.685) se han reducido un 2,2%, aunque los sucedidos en el trayecto entre el hogar y el centro de trabajo (25.546) han crecido un 12,2%. Los accidentes graves en jornada también han experimentado una mínima reducción, pasando de 1.206 a 1.198, pero la nota negativa la presentan de nuevo los siniestros in itinere, que pasan de 273 a 290.

“A pesar de que la siniestralidad acumula cuatro meses de descenso respecto a 2022, la actual situación socioeconómica puede, en parte, ser responsable de estas cifras. En un escenario laboral incierto, las personas trabajadoras anteponen la conservación del empleo a la salud, lo que lleva, en muchas ocasiones a la infradeclaración de siniestros laborales”, denuncian desde la Unión Sindical Obrera (USO).

Dentro de los accidentes mortales en jornada de trabajo existe también diferencias a nivel sectorial. El sector servicios ha registrado el mayor número de fallecidos (107), lo que supone un 15,1% más que en el periodo enero-abril de 2022. Servicios ha sido el único sector que ha elevado la cifra de siniestros mortales respecto al año pasado, ya que todos los demás la recortaron. El mayor descenso se lo ha anotado el sector agrario, que ha registrado 25 fallecidos (-37,5%), seguido de la industria y de la construcción que, con 26 y 39 siniestros mortales, han reducido el número de trabajadores fallecidos un 27,8% y un 13,3%, respectivamente.

Diferencias entre territorios

Analizando las diferencias entre Comunidades Autónomas, Andalucía, Cataluña y Comunidad de Madrid son los tres territorios que encabezan, con mucha diferencia, el listado de accidentes de trabajo en jornada con baja, con 28.319, 26.410 y 23.014 accidentes, respectivamente. En el caso de los accidentes en jornada mortales, Andalucía y Cataluña se sitúan en el primer y tercer puesto con 42 trabajadores fallecidos en Andalucía y 20 en Cataluña, mientras que el segundo puesto lo comparten Galicia y Comunidad Valenciana, con 23 fallecidos, respectivamente.

A pesar de lo abultado de los datos, Tanto Cataluña como la Comunidad de Madrid han reducido sus cifras de accidentes en jornada con baja y mortales respecto del mismo periodo del año 2022. La nota negativa la aporta Andalucía que, en ambos casos, experimenta incremento con respecto al mismo periodo del año anterior.

Estrategia de Seguridad y Salud

El Gobierno, vía Consejo de Ministros, aprobó a mediados de marzo la Estrategia de Seguridad y Salud Laboral 2023-2027 que acordaron el Ministerio de Trabajo y Economía Social, la patronal y los sindicatos a finales de febrero. El texto definitivo necesitó de 17 reuniones entre los contendientes, pero finalmente vio la luz para combatir la lacra de la accidentalidad laboral, que en 2022 sufrió un gran aumento. Concretamente, las muertes se incrementaron un 17,2%, pasando de los 705 fallecimientos durante el desarrollo de la jornada laboral en 2021 a los 826 del pasado año, y el conjunto de accidentes con baja crecieron un 10,4%, hasta los 631.724.

“Una medida acordada con sindicatos y patronal que nos permitirá mejorar la prevención de riesgos laborales”, ha calificado Yolanda Díaz, titular de Trabajo, la estrategia. “La vida y la salud tienen que estar protegidas en cada puesto de trabajo”, ha añadido. Para ello, se desarrollan y mejoran las políticas públicas de prevención de riesgos laborales, adecuando la legislación española a las disposiciones internacionales y europeas.