La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas alcanzó en el segundo trimestre el máximo histórico de 1,475 billones de euros, siendo una subida en términos relativos del 1,5% respecto al trimestre anterior, aunque frenó su peso sobre el PIB y la ratio se estableció en el 116,1%, según los datos publicados este viernes por el Banco de España.

Por su parte, la tasa interanual alcanzó un 3,6% respecto al mismo trimestre del año pasado, con 50.651 millones más, como consecuencia de los menores ingresos y los mayores gastos debido a la crisis de la pandemia y, más recientemente, por la guerra en Ucrania.

En este sentido, la ratio de deuda pública sobre PIB fue del 116,1%, lo que supone 1,3 puntos porcentuales menos respecto a la del primer trimestre (117,4%), sin embargo, aún supera el objetivo del Gobierno para todo el año (115,2%), de acuerdo con lo establecido por el Ejecutivo en el Plan de Estabilidad remitido a Bruselas a finales de abril.

El escenario que plantea el Programa de Estabilidad 2022-2025 se muestra una progresiva bajada del déficit a lo largo de los cuatro ejercicios hasta que la ratio deuda/PIB se sitúe en el 109,7% en 2025.

Subsectores de las Administraciones Públicas

Respecto a la evolución de la deuda de los diferentes subsectores de las Administraciones Públicas, el saldo de la deuda del conjunto de la Administración Central se elevó a 1.326 millones de euros en junio de 2022, lo que representa el 104,4% del PIB. El crecimiento, en términos interanuales, de la deuda de este subsector en el segundo trimestre de 2022 fue del 4,1%.

Por otro lado, el saldo de deuda de las Administraciones de Seguridad Social se estableció en 99 millones de euros, con un crecimiento interanual del 8%.

En cuanto a las administraciones territoriales, la deuda de las Comunidades Autónomas (CCAA) creció hasta los 317 millones de euros en junio de 2022, un 24,9% del PIB, con un aumento interanual del 1,5%, mientras que la deuda de las Corporaciones Locales (CCLL) se instaló en 23 millones de euros en el segundo trimestre de 2022, lo que significa un 1,8% del PIB y supone un 0,6% más que el saldo registrado un año antes.

Por parte de la evolución de la deuda por instrumentos y plazos, la deuda materializada en valores a largo plazo apreció un crecimiento interanual del 5,5%, mientras que los préstamos a más de un año se reducen en el 1,2% con respecto a junio de 2021. Por su parte, la variación interanual en el segundo trimestre de 2022 de los instrumentos a corto plazo bajaron un 10,9%.

En este sentido, la distribución del saldo, según este desglose de instrumentos, en junio de 2022 la deuda se encontraba plasmada principalmente en pasivos a largo plazo, al representar un 94,2% del total, siendo especialmente explicativo el peso de los valores a largo plazo con un 81,7%, mientras que el porcentaje de la deuda a corto plazo era de un 5,8%.