La nueva subida de tipos de interés aprobada por el BCE, que dispara el Euríbor, y las declaraciones de beneficios récord que los bancos han comunicado a lo largo de esta semana, han puesto de nuevo sobre la mesa del Consejo de Ministros un eterno debate: las hipotecas. La parte socialista, liderada por el Ministerio de Economía de Nadia Calviño, defiende el impuesto destinado a la banca ya aprobado y confía que el código de buenas prácticas, que se pactó con las entidades financieras, consiga los objetivos para los que fue diseñado. Por su parte, la parte morada del Ejecutivo pide más, tal y como han transmitido Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, e Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales. Ahora, en pleno debate, Unidas Podemos presenta dos propuestas: congelar las hipotecas y poner un techo al Euríbor.

Dos propuestas para abaratar las hipotecas

La crisis no puede ser una excusa para ganar más. Se deben congelar hipotecas y moderar beneficios”, ha denunciado Díaz. "Es algo que me parece que clama al cielo”, han trasladado fuentes de Derechos Sociales a ElPlural.com. Para combatir esta situación, la parte minoritaria del Ejecutivo enarboló en primera instancia la congelación de las hipotecas, evitando así la fluctuación de las variables, a merced del euríbor (3,33%), que experimentan aumentos cercanos a los 300 euros mensuales. Esto es, convertir un tipo variable en un tipo fijo durante un periodo de tiempo, estableciendo un porcentaje que no ha trascendido, pero que, a efectos prácticos, convertiría las hipotecas variables en fijas. Esta es la apuesta de Díaz.

La conocida reticencia de la parte socialista a esta opción puso en marcha la maquinaria de Podemos, hace varios meses, que ahora recupera la propuesta de establecer un tope al euríbor. Lo que plantea la formación liderada por Belarra, si bien el debate se sitúa entorno a su legalidad, es sencillo. La medida consiste en fijar durante un periodo de tiempo, un año proponían los morados, el euríbor real con la suma de un 0,1% extra. Así, durante el transcurso de ese tiempo, independientemente del rally alcista del BCE y del disparado euríbor, el valor establecido no varía.

No obstante, esta propuesta fue realizada en un momento en el que los valores del principal indicador al que se indexan las hipotecas variables era mucho menor. Ahora, con un cierre del euríbor en enero lo sitúa en el 3,33%, la propuesta podría alejarse de lo que pretende la titular de la cartera de Derechos Sociales. Sobre su legalidad, desde la formación trasladan que la Constitución, concretamente el artículo 149.1.13, permite acometer esta medida. El principal problema, por lo tanto, es la negativa de los bancos y la posición de Economía, que no parece por la labor de asumir ninguna de las dos propuestas.

Negativa de Economía

La parte socialista se mostraba abierta a las propuesto, o eso aseguraba Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, este jueves: Si hay una propuesta por parte del Ministerio de Trabajo sobre la congelación de las hipotecas [...] vamos a ver cuáles son las propuestas y en el seno del Gobierno, estoy segura, tomaremos la mejor decisión". Sin embargo, este posicionamiento ha durado hasta que ha aparecido el Ministerio de Asuntos Económicos, que ha trasladado su rechazo a las propuestas. 

“De momento tenemos un código de buenas prácticas que abre opciones a los ciudadanos”, ha defendido Calviño, que asegura que las medidas propuestas podrían “poner en riesgo la estabilidad financiera”. Que no se pague comisión para pasar de variable o fijo o renegociar y cambiar de banco. Vamos a ver el impacto que tienen este tipo de medidas de apoyo, los bancos se han comprometido. “No podemos cambiar el funcionamiento del mercado como el hipotecario de repente”, ha asegurado

No obstante, la vicepresidenta ha asegurado que se estudiarán todas las propuestas y ha asegurado que esto no está generando polémica, solo las discrepancias normales dentro de un Gobierno de coalición. “Todo el mundo tiene la mejor voluntad y todas las opciones hay que analizarlas, pero al final el Gobierno tiene que tomar la decisión más beneficiosa para toda la ciudadanía”, ha apuntado. Por último, ha pedido “bajar un poco el tono y la crispación” para continuar con una coalición que cuenta con un “balance muy positivo”.