El banco malo (Sareb es su nombre oficial), es la entidad que tiene que crear el Gobierno a exigencias de Bruselas y Berlín y como condición al rescate bancario,  pero no arranca precisamente bien. Se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para el ministro de Economía, Luis de Guindos. Al banco malo irán a parar los activos "tóxicos" de todas las entidades financieras españolas (viviendas y terrenos sin vender, créditos de dudoso crédito), que fundamentalmente son las inversiones en promotoras e inmobiliarias. Todos los activos que se traspasen al banco malo sufrirán una rebaja muy importante de valor, que irá del 50 al 70%. El Gobierno de Rajoy quiere que el banco malo sea de capital mixto público/privado y sobre todo quiere que entren inversores internacionales porque eso trasladaría un mensaje de "confianza" sobre le futuro de la economía española. De momento esos inversores no aparecen.

Petición a las eléctricas
El Ministerio de Economía ha pedido a Endesa e Iberdrola que entren como accionistas del banco malo poniendo 10 millones de euros cada una. Portavoces de Endesa han manifestado  a ELPLURAL.COM  que "todavía no han dado respuesta" al Gobierno, mientras que desde el gabinete de comunicación de Iberdrola se señala que no harán comentario alguno al respecto.

Desde Economía se justifica la petición a las eléctricas en que tanto Endesa como Iberdrola tienen importantes activos inmobiliarios que algún día puede interesarles vender, por lo que les convendría ser accionistas del nuevo "instrumento de gestión" que se pone en el mercado inmobiliario.

Entre la súplica y la amenaza
La 'petición' del Gobierno no llega en el mejor momento de su relación con las eléctricas. El 'impuestazo' diseñado entre el ministro de Industria, José Manuel Fernández Soria, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, y que aún se tramita en el Senado, ha cabreado a todo el sector además de implicar una subida del recibo de la luz de un 7%. Las enmiendas que el propio PP ha introducido en el Sanado sobre el tarifazo eléctrico han complicado aún más las cosas. Y es que en el PP tienen una estrategia clara de negociación: primero se pide por favor y, si no funciona la amabilidad, se va directamente a la amenaza. Y la amenaza siempre  se relaciona con el Boletín Oficial del Estado.

Por "patriotismo"
Uno de los argumentos que más le gusta utilizar al PP es el "patriotismo", es decir que las grandes empresas españolas deben hacer un ejercicio de "responsabilidad" con España en los actuales momentos de crisis (curiosa habría sido la reacción de la derecha si esa petición la hubiera hecho Zapatero). Sin embargo la patronal eléctrica aglutinada en Unesa lamenta que las empresas del sector no sean prioritarias para el Gobierno a pesar de que invierten 3.000 millones de euros al año, que tiene 50.000 empleos directos y que generan otros 100.000 indirectos.

Después de bancos y aseguradoras
El ministro de Economía -autor de tres reformas financieras en seis meses cuyo resultado final fue el rescate bancario- busca desesperadamente accionistas privados para el banco malo. Los inversores extranjeros no quieren entrar y De Guindos primero presionó a los bancos españoles. En primer lugar Botín (Santander) dijo no y FG (BBVA) dijo sí, pero ahora es al revés. Emilio Botín quiere congraciarse con Mariano Rajoy, y aunque no le hace gracia entrar en el accionariado del banco malo, ha decidido hacerlo. También entrarán Sabadell, Bankinter y Kutxabank. FG (Francisco González, presidente del BBVA por decisión directa de Aznar) pasó del sí al no y ahora está en 'me lo pensaré'. De Guindos ha presionado al máximo para que entren en el banco malo pero los pocos que han dicho sí podrán además poco dinero, así que el ministro puso sus ojos en las aseguradoras: Mapfre, AXA, Mutua Madrileña y Catalana Occidente entrarán. La petición a las eléctricas indica que entre todos no suman el capital suficiente.

¿Por qué no entran inversores extranjeros?
Porque buscan una rentabilidad alta a corto tiempo y el banco malo ofrece rentabilidad segura, pero baja, y  a largo plazo: Los fondos de inversión extranjeros están interesados en comprar activos que el banco malo ponga a la venta (para revenderlos o especular con ellos), pero no quieren ser accionistas. En definitiva, están dispuestos a hacer la compra en ese 'super' pero no quieren ser copropietarios. Si a De Guindos no le sale bien lo del banco malo, y no tiene pinta, el título de peor ministro de Economía de la UE lo tendrá mientras ocupe la cartera.