La irrupción de la pandemia en marzo ha supuesto un mazazo económico para la mayoría de los sectores productivos, entre ellos el bancario. Además, añadido a este impacto económico, los hábitos de consumo de los ciudadanos han cambiado y se aproximan hacia un modelo más digitalizado.

A pesar de que las oficinas bancarias permanecieron abiertas al público durante el estado de alarma por tratarse de sectores esenciales, las restricciones a la movilidad y la incertidumbre sanitaria ante la aparición del Covid-19 provocaron que la mayoría de los clientes comenzara a utilizar los canales digitales de su entidad, ya sea a través de la página web o de la app móvil.

Este cambio no hace más que dejar patente la tendencia hacia la digitalización que el sector estaba experimentando en los últimos años, tanto desde el punto de vista de sus profesionales como de sus clientes.

Todo ello sin olvidar el impacto económico que ha sufrido el sector, con provisiones de cientos de millones de euros para hacer frente a la crisis del coronavirus y a las consecuencias de la pandemia. Una de ellas es la oleada de fusiones que se han anunciado en los últimos meses. En solo cuatro meses se han anunciado tres grandes fusiones, de las que parece que dos van a salir adelante.

Bankia y CaixaBank inauguraban el camino en septiembre para formalizar definitivamente la absorción a primeros de diciembre. Más tarde, BBVA y Banco Sabadell anunciaban el inicio de las negociaciones de una fusión, que finalmente no ha salido adelante, y este mismo lunes el Consejo de Administración de Unicaja se reúne para aprobar la fusión con Liberbank antes de 2021.

Más allá de las opiniones sobre la consolidación bancaria, esto tiene un efecto un tanto negativo directo en clientes y trabajadores: el cierre de oficinas y la reestructuración de personal. Pero, ¿cuántas sucursales cerrarán sus puertas en 2021?

4.000 oficinas menos en 2021

La respuesta a esta pregunta se encuentra en alrededor de 4.000 oficinas bancarias. Una cifra que afectará a todo el territorio nacional, especialmente en aquellas zonas donde confluyen varias sucursales en el mismo código postal, como consecuencia de los procesos de fusión.

Según las cifras disponibles de 2020, el número de oficinas bancarias en España ha caído hasta las 22.761, en niveles anteriores a 1980, y se prevé que siga cayendo a partir del mes de enero, en solo unos días. Tanto las entidades fusionadas como otras, que ya han anunciado procesos de reestructuración, serán las protagonistas de los cierres.

Por un lado, Banco Santander prevé cerrar más de 1.000 de sus sucursales bancarias en España el próximo año, como parte de su estrategia de digitalización. Por otro lado, la fusión de Bankia y CaixaBank provocará, según los expertos, el cierre de hasta 1.400 oficinas en los próximos meses.

Las grandes entidades serán las responsables del grueso de cierres pero no serán las únicas. También Banco Sabadell prevé cerrar un buen número de oficinas tras formalizar un ERE para 1.800 de sus trabajadores. Por otro lado, Ibercaja prevé cerrar 200 oficinas, cifra similar a lo proyectado por BBVA para los próximos ejercicios. La otra gran fusión, la de Unicaja y Liberbank, también supondrá el cierre de hasta 300 oficinas, especialmente aquellas que se encuentren en el mismo territorio.

Esta tendencia comenzó hace unos años, con la crisis financiera de 2008, y se ha impulsado en los últimos años, con una mayor digitalización entre los clientes bancarios. Sin embargo, los expertos alertan de una de las consecuencias más negativas de esta tendencia: la brecha digital y la exclusión financiera en las zonas rurales, sin acceso a una oficina bancaria.