El pasado jueves 8 de septiembre de 2022 fue un día histórico tanto para Reino Unido como para el siglo XXI debido al fallecimiento de la reina Isabel II a los 96 años de edad. Tras más de siete décadas de reinado, la familia real ha acumulado una gran fortuna mediante distintas fuentes de financiación, una fortuna que ahora queda en herencia para el resto de miembros de la familia.

Las dos propiedades más conocidas de la reina Isabel II y que heredó de su padre son el Castillo de Balmoral, en Escocia, que tendría un valor de 114 millones de euros, y el Castillo de Sandringham, cuyo valor es de aproximadamente de 65 millones de euros.

Asimismo, las fuentes principales de ingresos son: la Subvención Soberana, la herencia del Ducado de Lancaster y sus bienes e inversiones personales. En este sentido, en el año 2020-2021 recibió cerca de 100 millones de dólares de la Subvención Soberana, esta se genera a partir del Crown Estate, una colección de propiedades y granjas del Reino Unido que generan cientos de millones de libras cada año. 

Aunque gran parte de las ganancias del Crown Estate van a las arcas del gobierno, entre el 15% y el 25% se entregan a los monarcas en forma de Subvención Soberana.

Por otro lado, el Ducado de Lancaster es otra fuente importante de ingresos y consiste en una serie de propiedades comerciales, agrícolas y residenciales que data de 1265. El ducado produjo 22,2 millones de libras ($27 millones) en ganancias netas para la reina durante el año fiscal más reciente.

Por todo lo anterior, se estipula que el valor total de la fortuna de la familia real británica es de unos 82.300 millones de euros, según un estudio de Statista recogido por El País.

De esta manera, Isabel II tendría un patrimonio de 40.600 millones de esos 82.300 millones de euros. Según David Haigh, experto en consultoría estratégica y valoración de marcas, la familia real es “la marca más valiosa del Reino Unido'' y algunos expertos la comparan con el valor de mercado de Coca Cola.