El plan de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno no ha dejado a nadie indiferente. Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y otras regiones como País Vasco y Murcia ya han anunciado su negativa a cumplir con el plan, los comerciantes reclaman una mayor flexibilidad a las medidas incluidas en el nuevo Real Decreto Ley.

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Desde pequeños comerciantes hasta grandes patronales han vertido críticas al plan, especialmente a la hora de controlar la temperatura. Es decir, de mantener los establecimientos en los 27 grados máximos en verano y en los 19 grados mínimos en invierno. Pero también por tener que instalar un sistema de cierre de puertas, con la inversión necesaria para adaptarse a la medida.

El sector servicios en general, y el comercio textil en concreto, critican que es complicado mantener las tiendas a estas temperaturas y piden una regulación más laxa, advirtiendo incluso que las visitas a los probadores podrían disminuir.

ATA pide adaptarse a los territorios: "En Huesca la calefacción a 19 grados es pasar frío"

Además, los comerciantes piden que las medidas de control de temperatura se adapten a cada territorio, teniendo cuenta las diferencias climáticas del territorio nacional. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor -también vicepresidente de la CEOE- ha centrado sus críticas en este aspecto en una entrevista con Europa Press. "En Huesca la calefacción a 19 grados es pasar frío" -asegura uno de los mayores representantes de los autónomos- “En Canarias significa enchufar el aire acondicionado”.

En esta línea, el presidente de ATA ha defendido que la concienciación con la sostenibilidad energética está presente entre los autónomos y empresarios. "Estamos acostumbrados a que cuando nos hablan de ser sostenibles y ahorrar, lo hacemos", asegura recordando que España consume ahora un 5% menos de energía frente a años anteriores.

La hostelería quiere ser una excepción

Por otro lado, desde la hostelería piden ser incluidos como una excepción a la norma en el nuevo Real Decreto-Ley, alegando que “no es lo mismo trabajar en una oficina que un camarero”. Asimismo, desde Hostelería Madrid denuncian a ElPlural.com que el cierre de puertas es “complicado”, especialmente en temporada de terraza, “con el camarero habitualmente cargando con la bandeja”.

Ante esto, piden a las Administraciones Públicas apoyo en inversión para poder materializar las medidas y adaptarse a ellas, con un plazo que va desde el próximo martes 9 de agosto hasta el próximo 30 de septiembre. Una realidad que contempla la propia norma aprobada por el Gobierno, con una nueva línea de ayudas de 100 millones de euros al sector servicios, destinada precisamente al ahorro y la eficiencia energética.

Críticas de las grandes patronales madrileñas

En el caso de Madrid, la primera comunidad en negarse a aplicar este plan -su presidenta lo anunció en Twitter apenas minutos después del anuncio en Consejo de Ministros-, las dos grandes patronales, CEIM y Madrid Foro Empresarial, han criticado el paquete de medidas del Gobierno, calificándolo de “medidas intervencionistas”.

“Aplicando el sentido común y para hacer frente al desbocado precio de la energía que sufrimos en España, hemos logrado ya ahorrar un 5% en la factura energética, intentado además no penalizar las ventas" -asegura el portavoz de CEIM, Francisco Aranda- “La climatización debe permitir trabajar con comodidad y seguridad y, al mismo tiempo, ofrezca un entorno agradable a los clientes. Es compatible el ahorro con la actividad económica".

Desde Madrid Foro Empresarial también apoyan la negativa de Ayuso a aplicar el plan de ahorro y eficiencia energética en la región. “Una ciudad con los escaparates apagados, con el zocalo comercial apagado es una ciudad muerta, peligrosa y, que no lo dude el Gobierno, aumentará la inseguridad ciudadana", denuncia el presidente de la patronal madrileña, Hilario Alfaro.