La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha emitido un informe sobre el anteproyecto de Ley de Ciberseguridad 5G en el que alerta sobre los riesgos y consecuencias que tendría el veto a empresas por motivos geopolíticos. Competencia defiende así la libre concurrencia, que podría afectar a multinacionales como Huawei, y desconfía de las normas que determinen “proveedores de confianza”.

El informe de la CNMC alerta de que “la norma contempla una serie de medidas regulatorias que, por un lado pueden llegar a prohibir o limitar la actividad en el mercado de suministradores considerados de alto riesgo, y por otro pueden obligar a diversificar el número de suministradores de una red”.

Además, estas medidas podrían alterar las condiciones de competencia en el mercado de suministradores, aseguran desde el regulador nacional, y su aplicación regulatoria por razones de seguridad debería ser “rigurosamente analizada y valorada con respecto a su afectación a la competencia”.

Este factor pasaría a ser uno de los criterios en el análisis de medidas de mitigación de riesgos, especialmente por las restricciones vinculadas al perfil de riesgo de los suministradores, por ejemplo, por la potencial capacidad de excluir algunos agentes económicos del mercado. Por otro lado, la CNMC también critica que este posible efecto de reducción de suministradores en el mercado de redes 5G podría verse incrementado si se incluye el nivel de exposición a injerencias de terceros países.

Este nivel pasaría a ser uno de los criterios de valoración del perfil de riesgo, “entrando a valorar aspectos geopolíticos que puedan impactar en la seguridad”, alerta la CNMC. La posible pérdida de competencia en el mercado, por el menor número de agentes, podría reducir los incentivos a la innovación, así como “aumentar el coste de prestación de servicios y la reducción de la calidad, afectando negativamente a los operadores y usuarios de servicios 5G en los mercados descendentes”.