La bolsa china se desmarca este miércoles de los fuertes desplomes y del rojo generalizado con el que ha teñido de nuevo Donald Trump los mercados mundiales. A pesar de la entrada en vigor de los aranceles del 104% a los productos procedentes de China hace apenas unas horas, los principales índices chinos han cerrado su última sesión, esta mañana en horario europeo, con subidas en los parqués. Una tendencia que difiere totalmente de lo que está ocurriendo en el resto del mundo, con todos los parqués mundiales en rojo absoluto salvo el caso de China, el mercado de Perú y el principal índice de Arabia Saudí. ¿Qué está pasando entonces en las bolsas chinas? 

El verde en las bolsas chinas sorprende entre tanto rojo en el resto del mundo. Los mercados no han reaccionado con fuertes desplomes a la imposición, y puesta en práctica, de los aranceles del 104% a los productos procedentes de la potencia asiática por excelencia. Y es que la imposición de aranceles con este porcentaje supone más que duplicar el precio del producto en cuestión en su llegada a los Estados Unidos. Un ejemplo: si China manda un componente tecnológico por un precio de 10 dólares, en Estados Unidos valdrá más de 20 dólares para los consumidores. Una prueba de que la propia política proteccionista de Donald Trump afectará en primer lugar a sus propios ciudadanos. 

Sánchez y su gira asiática

Sin embargo, China -o al menos sus mercados- no parecen estar preocupados tras la entrada en vigor de los temidos aranceles de Trump. Esto sucede porque China podría tener un as en la manga en plena guerra comercial desatada por Trump. Es aquí donde entra en juego Europa, su apuesta por la economía china como socio comercial clave a presente y futuro y, más concretamente, el papel de Pedro Sánchez como una especie de embajador enviado esta semana a la potencia asiática para afianzar las relaciones comerciales entre España, y Europa, con China

Esto explicaría que, a pesar de haber arrancado su sesión con caídas en los mercados chinos, finalmente las bolsas chinas hayan cerrado la última jornada en verde. Únicamente los grandes índices del mercado bursátil chino han logrado cerrar con subidas generalizadas frente a lo que ocurre en el resto del continente asiático y en el resto de parqués internacionales.

Los grandes mercados de la potencia asiática, entre ellos la Bolsa de Shanghai, ha cerrado con un avance del 1,31%, recuperando parte de las fuertes pérdidas sufridas en las últimas sesiones por la política de Trump. Algo parecido ha ocurrido con el índice SZSE Component, que avanza también un 1,22% en la última sesión. Menores han sido los avances en el caso del selectivo China A50, que cierra con un avance en positivo del 0,29% o del principal selectivo de Hong Kong, el Hang Seng, que avanza un 0,68% al cierre de la última jornada bursátil. Mientras tanto, el resto de bolsas asiáticas sufren los desplomes que se replican por el resto de mercados mundiales. Es el caso del Nikkei japonés, con pérdidas del 3,78% en la última sesión o del índice coreano Kospi, que cae un 1,74% también al cierre de la sesión. 

¿No teme China a Trump?

Con esta evolución bursátil, la pregunta es clara: ¿no han tenido efecto los aranceles de más del 100% de Trump para China? A partir de aquí surgen otras dudas como la posibilidad de que China tenga un plan B para contraatacar a Trump o, simplemente, confíe ahora en Europa como el gran socio comercial frente a la política proteccionista de Make America Great Again de Trump. Por el momento, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, acude este miércoles a China para potenciar las relaciones comerciales entre ambos socios, después de pasar por Vietnam con una estrategia y objetivos similares. 

Y es que Sánchez está inmerso esta semana en una gira internacional por el continente asiático con el objetivo de equilibrar las balanzas comerciales entre España y las dos grandes potencias asiáticas, principalmente China tras pasar este martes por Vietnam, donde se ha llevado también una amplia delegación de empresas españolas. Pero Sánchez no solo viaja a Asia como presidente del Gobierno español, sino que el viaje está enmarcado en una clara tónica europea, al más alto nivel, que buscaría potenciar las relaciones entre ambos socios comerciales. El presidente del Gobierno se convierte así en el primer presidente europeo en viajar a Asia en medio de la guerra comercial desatada por Estados Unidos con un matiz: el viaje estaba organizado previamente a los anuncios de Trump que han desestabilizado los mercados a nivel mundial. 

Desde la propia Moncloa han asegurado que las reuniones que mantiene Sánchez en el gigante asiático están negociadas y coordinadas con Bruselas. Esto no solo supone que sea el primer jefe del Ejecutivo en viajar a la potencia asiática, sino que va en línea con la estrategia europea en plena guerra comercial de Trump, con los productos europeos también gravados por el líder de Estados Unidos, aunque con un 20% y no un 104% como el caso de los productos fabricados en China. ¿Ve China un gran socio comercial en Europa tras la política de Trump?

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