El Black Friday o Viernes Negro marca el inicio de la campaña comercial navideña. De tradición estadounidense, hace unos años irrumpió en el mercado español y ya son muchas las empresas que se suman a este evento comercial, con ofertas y descuentos que animan a los consumidores a adelantar sus compras de Navidad.

Propio del comercio electrónico, supone un boom de ventas durante el día que duran las ofertas o, ya en muchos casos, durante toda la semana. Pymes y grandes empresas se han sumado al Black Friday, tanto a nivel digital como tradicional, pero siguen siendo los gigantes tecnológicos los grandes beneficiados del evento que marca el inicio navideño.

La irrupción de la pandemia ha provocado fuertes cambios en los hábitos de consumo de los españoles, también en sus hábitos de compra. Así, jóvenes y mayores se han adaptado a las restricciones de movilidad y han optado por adquirir más productos de forma digital, ya sea productos de primera necesidad o todo tipo de artículos.

Sin embargo, a pesar de la popularización del comercio electrónico en los últimos meses, una de las consecuencias positivas de la pandemia, parece que este Black Friday será diferente a lo que hemos vivido en años anteriores.

El comercio local resurge tras la pandemia

En paralelo, ahora los consumidores valoran mucho más el comercio local, en riesgo de desaparición por el impacto de la pandemia en su negocio, y prefieren realizar sus compras en las tiendas de barrio, que han vuelto a vivir una nueva etapa. Más allá del fin de las restricciones, parece que los consumidores siguen queriendo ayudar a sus vecinos empresarios.

Una tendencia que también se prevé en la celebración del Black Friday este año. En los últimos días hemos escuchado la denuncia de UGT ante la precariedad extrema del evento, detectando “empleo precario, evasión de impuestos, daño ecológico, abuso de la competencia y actitudes monopolísticas”, especialmente entre las grandes empresas.

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No solo los sindicatos han alertado del “frenesí consumista” sino que algunas empresas también han alertado de lo que puede ocurrir. Desde Correos e Ikea, que hacen un llamamiento al medio ambiente ante la celebración de la jornada de ventas más importante de noviembre, hasta pequeñas empresas que denuncian la desigualdad.

Es el caso de una empresa gallega, dedicada a la venta online de marisco fresco, que se ha posicionado como anti Black Friday. Para ello, cerrará su web durante todo el viernes 27 de noviembre ya que asegura que “los océanos no están de rebajas”. La compañía reivindica "respeto y precios justos para el sector".

Local Friday en vez de Black Friday

Ya sea por el impacto de la crisis económica en los bolsillos de los ciudadanos, por el respeto al medio ambiente o por apoyar al comercio local, parece que los españoles optarán este año por realizar sus compras cerca de casa.

Prueba de ello es un informe de Nextdoor, que asegura que el 57% de los españoles optará este año por comprar sus regalos en el pequeño comercio o en el comercio de barrio, con el fin de ayudar al sector a recuperarse de impacto de la pandemia. La aplicación ha puesto en marcha la iniciativa Local Friday como alternativa al Black Friday.

De entre las preferencias de los vecinos, la aplicación asegura que el motivo principal es apoyar a las pymes nacionales, con un 88%, seguido de un 76% que compra en las tiendas de barrio de forma habitual y un 89,9% valora el comercio local más que antes de la irrupción de la pandemia.

“El comercio local también quiere aprovechar la jornada con ofertas atractivas, pero a menudo no disponen de los medios para llegar a sus clientes”, explica Joana Caminal, country manager de Nextdoor. “Este año los vecinos y vecinas son más conscientes que nunca de la necesidad de apoyar al comercio de proximidad, y conectarlos con las tiendas de su alrededor es esencial para mantener vivo el barrio.”