El Banco Central Europeo (BCE) no rectifica su estrategia a pesar de la presión del sector bancario y aprueba una subida de los tipos de interes de 50 puntos básicos. Una vez concluida la reunión, el índice que determina el precio del dinero se sitúa en el 3,5% tras sufrir el incremento previsto e ignorando la tormenta que está sufriendo el sector financiero por la quiebra de dos bancos estadounidense y la afectación sobre el banco suizo Credit Suisse. Esta es la sexta subida consecutiva que acomete la entidad europea, que repite el incremento de la aprobada a principios de febrero.

“El Consejo de Gobierno está haciendo un atento seguimiento de las actuales tensiones”, reconoce el BCE en relación con el huracán bancario, asegurando que el banco “está preparado para responder como resulte necesario a fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro”. En esta línea de tranquilidad, Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha asegurado que “el sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas”. “Vamos a meter toda la liquidez en el sistema que sea necesaria”, ha sentenciado.

Los rumores que apuntaban a una subida de tipos de 25 puntos básicos se disipan y la autoridad europea mantiene el combate contra la inflación como prioridad. Si bien desde diciembre los crecimientos son menores, descartando ya los saltos de 75 puntos, la realidad es que el rally alcista que el BCE inició en verano continúa su andanza, lo que encarecerá las hipotecas una vez más. El miedo a la inestabilidad de algunos bancos de la zona euro, que trasladó Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, a los ministros presentes en el Ecofin, no ha frenado a la directiva del banco euopeo, que se muestra impasible ante esta situación y lanza un mensaje de tranquilidad ante el miedo colectivo.

“El elevado nivel de incertidumbre refuerza la importancia de un enfoque dependiente de los datos para las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés, que estarán determinadas por su valoración de las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria”, recoge el comunicado, dejando claro que las próxima decisiones se tomarán de una manera más pausada y atendiendo a los valores económicos.

Finalmente, el tipo de interés para las operaciones de refinanciación se situará en el 3,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 3% y la de facilidad de préstamo el 3,75%, según se ha desgranado en la decisión del BCE. Con esta sexta subida consecutiva, el precio del dinero se ha sitúa en su nivel más alto desde octubre de 2008 a la espera de la próxima decisión de la institución, que no ha adelantado cuál será el proceder en su próxima reunión.

“Se prevé que la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo”, justifica el comunicado de prensa del BCE la subida, dejando claro que atender a los datos no significa que se vayan a paralizar subidas. En estos momentos, la tasa de inflación interanual de la eurozona se sitúa, según su último dato de febrero, en el 8,5%, lo que implica una bajada de una décima frente al dato de enero. Mientras, la tasa subyacente, la inflación subyacente -aquella que excluye la energía y alimentos- escaló hasta un récord del 5,6% en el segundo mes del año.

Hipotecas disparadas

La decisión afectará directamente a el Euríbor, índice al que están ligadas las hipotecas y que crece conforme lo hacen los tipos de interés, que a pesar de las caídas experimentadas estos días por la crisis bancaria, continuará con su senda ascendente tras confirmarse la subida de 50 puntos básicos. Cabe señalar que su subida no afectará a todos los préstamos hipotecarios, sino solo a los de tipo variable que tengan prevista una revisión próxima y a las nuevas hipotecas que puedan firmarse, tanto variables como fijas, ya que el tipo fijo también se ve afectado por el incremento del variable.

Actualmente, el valor a 12 meses se sitúa en cifras cercanas al 4% y, aunque en resultados diarios ha vuelto a caer al 3,5% afectado por el terremoto bancario, la media del mes de marzo continúa en el 3,8%, a la que retornará una vez conocida la decisión del BCE. Con estos valores, atendiendo a la media reflejada en marzo hasta el momento (en torno al 3,8%), una familia que disponga de una hipoteca variable a 25 años por valor de 180.000 euros y un diferencial del 1% más Euríbor, verá como la cuota de hipoteca aumenta en torno a 372 euros tras la revisión. La cuantía total pasará de los 659 euros a los 1.032 euros, aproximadamente, o, lo que es lo mismo, 4.476 euros más al año.

Con las mismas condiciones, una hipoteca de 300.000 euros de capital pendiente de amortizar y 25 años pendientes de pago, una familia tendría que asumir un encarecimiento mensual de más de 600 euros, lo que supone en torno a 7.500 euros al año adicionales.