Amazon planea despedir a unos 10.000 trabajadores tal y como adelanta este lunes el diario estadounidense The New York Times. Unos despidos masivos que se podrían hacer efectivos esta misma semana centrados especialmente en el departamento de fabricación de dispositivos electrónicos, el de ventas y el de recursos humanos.

Con estos despidos se conforma el ajuste de plantilla más amplio de la historia de la compañía, desde 1994, lo que supone la pérdida del 3% de los trabajadores fijos y un 1% de su plantilla global que suma unos 1,5 millones de empleados alrededor del globo, en su mayoría temporales.

Dichos ajustes de plantilla llevan aparejada una dificultad extra ya que llegan en uno de los momentos más críticos de cara al Black Friday y las compras anticipadas de la campaña de Navidad.

De esta forma, el gigante logístico y tecnológico se une a otras grandes compañías del sector como Twitter, cuyo consejero y fundador, Elon Musk decidió prescindir del 50% de su plantilla, dejando sin empleo a 3.700 personas, y Meta que ya confirmó la semana pasada que se deshará de hasta 11.000 empleados lo que supondrá un 13% de su personal.

Así pues, la última ronda de despidos tiene su explicación en las consecuencias derivadas de la pandemia. El confinamiento global, decretado a principios del 2020, trajo aparejado un importante aumento del comercio electrónico y como consecuencia un auge en la contratación y los beneficios.

Sin embargo, ese aumento de plantilla ha sido menos duradero de lo esperado y, a principios de este 2022, el crecimiento de la compañía anotaba su valor más bajo en los últimos 20 años. De esta forma, el gigante logístico sufre los excesos económicos efectuados durante la pandemia y se enfrenta ahora a los altos costos derivados de la sobreinversión y una arriesgada expansión.