El CEO de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha descartado un riesgo de “recesión suave” en España en su última presentación de resultados como consejero delegado. “El consenso para España es algo mejor”, ha reconocido frente al riesgo de recesión técnica en otros países, en base al consenso general. El consejero delegado de la entidad ha explicado el concepto de “recesión suave” como una recesión técnica -dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo- “que no llega a poner en peligro la economía”.

Así, prevé que en algunos países en los que opera la entidad -que no España, como ha matizado el CEO- se produzca esta situación de crecimiento negativo durante dos trimestres, que podría dejar el crecimiento anual a cero o muy cerca de ello. Una situación que no sufriría la economía española, según ha reiterado el segundo de Banco Santander. 

La entidad prevé, sin embargo, continuar en un entorno macroeconómico marcado por los altos niveles de inflación, aunque no de recesión, para lo que provisionará “algo más” al esperar “un escenario algo peor”, según las proyecciones del CEO. “La presión de los costes está ahí”, ha reconocido Álvarez, que asegura que “el coste de riesgo aumentará algo” por la reducción del ritmo de crecimiento macro. 

No obstante, el consejero delegado de Santander ha lanzado un mensaje de calma: “El banco está en buenas condiciones para hacer frente a esta situación. Nuestra rentabilidad seguirá aumentando”. La entidad ha incluido en sus resultados hasta septiembre un total de 1.100 millones de euros provisionados para todos los mercados en los que opera, de los que 200 millones se destinarán a España. Una realidad que el propio CEO ha explicado por la situación macroeconómica actual. 

Álvarez observa un impacto "muy marginal" de la subida de los tipos

Banco Santander no tiene tanto miedo a la posible subida de tipos de interés adicional -que podría ratificar el Banco Central Europeo (BCE) este mismo jueves- como a la inflación o a la caída del crecimiento macroeconómico. De hecho, Álvarez ha reconocido un impacto “muy marginal” de la subida de tipos en Europa en los últimos meses, pero matiza: “sí que ha habido impacto en Polonia o Reino Unido”. 

Por otro lado, las cuentas de Banco Santander comienzan a revelar una caída del volumen de las hipotecas en España. Así lo ha confirmado el CEO de la entidad. El consejero delegado ha explicado esta caída por “un problema de costes” que reconoce estar afectando a la demanda de hipotecas. “Los costes de construcción han subido mucho. Tenemos clientes que reconocen que no encuentran demanda a los costes que tienen. Es un problema de costes que está afectando a la demanda. El volumen de hipotecas está cayendo”, ha reconocido Álvarez. 

Santander: "Seguimos creciendo bien"

“Seguimos creciendo bien”. Así comenzaba José Antonio Álvarez, CEO de Banco Santander, su última presentación de resultados económicos, en este caso relativos al periodo enero-septiembre, con un beneficio acumulado de 7.316 millones de euros. Tanto el CEO como la presidenta de la entidad, Ana Botín, han celebrado el aumento del beneficio en un 25% en los primeros nueve meses del año y destacan la calidad crediticia del banco, la generación de capital de forma orgánica, la remuneración creciente a los accionistas del Santander, el crecimiento continuado de clientes o el balance “bastante balanceado” entre negocios y países. 

Por otro lado, Álvarez también se ha pronunciado sobre la compra de Banco Popular, una operación que considera positiva. “La ejecución fue excelente. Hoy tenemos una cuota de depósitos del 20% de clientes procedentes del Popular” -ha explicado- “Ha mejorado nuestra situación en España sin ninguna duda, especialmente en el caso de las pymes”. En el lado más negativo, reconoce que “lo peor” fue precisamente los tipos de interés negativos. “El mercado descontaba una subida de tipos quasi inmediato”, ha lamentado Álvarez, que reconoce que la negociación fue “buena” con un ahorro de costes conseguido. 

Álvarez: "Fue un error entender la inflación como algo temporal"

Álvarez también se ha pronunciado sobre la inflación y sus previsiones y reconoce como “un error” entender que este problema era temporal. “Fue un error entender el problema de la inflación como algo temporal. Los bancos centrales van reaccionando a sus previsiones” -explica- “Las cifras de inflación nos han sorprendido a todos con lo que llaman la inflación de segunda ronda”. 

Para hacer frente a esta incertidumbre, la banca está en pleno proceso de negociaciones con el Gobierno para diseñar medidas que frenen el impacto en el bolsillo de los clientes. Una de las iniciativas pasa por topar las hipotecas variables a través del Euribor, ante lo que Santander se sumaría de cara a futuro. El propio CEO ha defendido que el objetivo es negociar para “futuros incrementos”, ya que las grandes entidades bancarias, tampoco Santander, no observan por el momento un problema por parte de los clientes a la hora de pagar sus hipotecas. De hecho, la tasa de morosidad de Santander está por debajo del 4%, en la media de la banca española. 

El CEO apuesta así por “analizar caso por caso” la situación de sus clientes pero no observa un gran problema a la hora de pagar las hipotecas. Banco Santander cuenta con el 25% de sus hipotecas a tipo fijo, mientras que el 75% está a tipos variables. “La cartera más sensible y más antigua está a carácter fijo”, tranquiliza el CEO. “No estamos ni de lejos en la situación de 2008 o 2009. Estamos en una situación de adecuación y acomodación de pagos. Damos la posibilidad de acomodar los pagos a los clientes”, defiende. 

“El mayor interés de los bancos es que mis clientes puedan pagar”, ha reconocido Álvarez sobre la negociación, que ha denunciado también que la subida del IPC “no se ha trasladado a los salarios”. En esta línea, los representantes de la entidad han advertido que una caída de los niveles de empleo podría empeorar esta situación.

Álvarez también se ha pronunciado sobre las hipotecas inversas, un producto bancario cada vez más popular a nivel internacional, ante lo que Banco Santander reconoce que “hay mercado”. El consejero delegado ha defendido que esta opción “puede convivir con ingresos relativamente bajos. Es un complemento que puede funcionar siempre que esté bien hecho”. Para ello, reclama diseñar una regulación estricta y con el tiempo necesario.