Los máximos órganos directivos de la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), ha mantenido hoy una reunión conjunta, al térmido de la cual han comparecido el secretario general de UGT, Pepe Álvarez y del CCOO, Unai Sordo. El mensaje ha sido claro: el Gobierno debe pasar ya de las buenas palabras a los hechos, o habrá movilizaciones a lo largo de todo 2019. Los sindicatos han pedido al Gobierno "valentía" y que dé "certezas" a la población española, cuyas condiciones económicas y laborales aún están por debajo de las de 2008, cuando nos alcanzó la crisis financiera. 

Y es que, mientras que el Gobierno ha esquivado los bloqueos de PP y Ciudadanos en la Mesa del Congreso a base de decretos ley, en el caso de la derogación de la reforma laboral del PP, vigente desde 2012, aún no se ha hecho nada. Y por otro lado, la mesa de diálogo social está bloqueada por la patronal CEOE (Confederación Española de Organzaciones Empresariales), que se niega medidas tales como el control de los horarios para evitar horas o a que los convenios colectivos de los sectores prevalezcan sobre los de las empresas. 

Mientras que Sordo y Álvarez han reconocido algunos gestos del Gobierno, como la actualización de las pensiones o la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros al mes, creen que éste debe apreseurarse en adoptar una auténtica "agenda social" y piden priorizar la negociación colectiva y desarrollar salarios mínimos de convenio de 1000 euros por 14 pagas,

"Las medidas que se han de tomar se deben ejecutar de manera inmediata, la gente no puede esperar", ha declarado el secretario general de UGT, que ha añadido que "si no hay respuestas habrá movilizaciones y el primer paso será la asamblea conjunta el próximo 8 de febrero". Ese día UGT y CCOO convocarán una asamblea conjunta donde 10.000 delegados y delegadas respaldarán "propuestas que necesita la ciudadanía". Los sindicatos no quieren esperar a que finalice la legislatura para que se pase de las palabras a los hechos. Por otro lado, han exigido una reforma de la Seguridad Social para que se garantize el sistema público de pensiones. 

Dependiendo de si el Gobierno atiende o no a sus peticiones, ambos sindicatos platearán un gran calendario de movilizaciones y paros parciales que, de momento, culminaría el 8 de marzo, Día de la Mujer.