Diez ancianos han muerto en un mes por un brote de coronavirus en la residencia Los Nogales Puerta de Hierro, situada en el madrileño barrio del Pilar, donde hay actualmente 8 usuarios infectados, dos de ellos hospitalizados.

Según explica el propio centro en un comunicado, tras superar la primera ola con una incidencia mínima de casos, el geriátrico se ha visto afectado por un brote que comenzó a finales de diciembre. Desde entonces se han producido 56 casos en total: 43 residentes (de un total de 150), y 13 trabajadores del centro.

De todos estos casos, 38 personas se han recuperado tras superar la enfermedad. Actualmente hay seis residentes afectados que permanecen en la zona de especial aislamiento y presentan una sintomatología leve. Otros dos residentes se encuentran en el hospital y evolucionan favorablemente.

Lamentablemente desde el inicio del brote han fallecido diez residentes, ocho de ellos en el hospital tras ser derivados por demostrar síntomas, ha detallado la residencia Los Nogales Puerta de Hierro.

"Este centro prácticamente no sufrió la primera ola de la pandemia. Esto supone que el nivel de inmunidad era bajo entre los residentes y por eso hemos tenido más casos en esta nueva ola", ha explicado la directora Médica, la doctora Carmela Mañas.

"Cumplimos desde el primer momento con el protocolo"

Desde el centro aseguran que "cumplen desde el primer momento" con todos los protocolos establecidos por el Ministerio de Sanidad, la Consejería de Sanidad y la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid.

Así, realizan tests periódicos para la detección temprana y control de brotes y afirman que la comunicación con las autoridades sanitarias, el servicio de salud pública y el hospital de referencia "es continua, siguiendo de manera estricta los procedimientos establecidos".

Tras la detección de los primeros casos, la residencia indica que se pusieron en marcha las siguientes actuaciones: habilitación de dos zonas de seguridad, una para los casos confirmados que no requieren derivación hospitalaria y otra para contactos estrechos.

También la realización continua de tests a todos los residentes y trabajadores; comunicación directa e inmediata con los familiares de los residentes; comunicación y coordinación inmediata con las autoridades sociosanitarias; cierre del centro y suspensión de salidas y visitas. "La aplicación de estas medidas ha permitido mantener la situación controlada", concluyen.

No obstante, el geriátrico reconoce que, por disposición de las autoridades sanitarias, aún no ha iniciado el proceso de vacunación de sus residentes debido a que actualmente existen seis casos activos de Covid-19 en las instalaciones.

Esta situación contrasta con la residencia Vigor de Becerril de la Sierra, donde han muerto 11 mayores por coronavirus, que comenzó la administración de la primera dosis de vacunas el día después de conocer dos positivos por Covid-19 entre sus empleados, por lo que la vacunación tendría que suspenderse según los protocolos. La Comunidad de Madrid tendrá que investigar si se incumplieron dichos procedimientos.