De alto riesgo habría que considerar el patinazo que dio el diputado valenciano de UPyD Toni Cantó cuando, en el Congreso de los Diputados, proclamó que los animales “no tienen derecho a la vida ni a la libertad”, una frase polémica que armó gran revuelo en las redes sociales y que, desafortunadamente, no fue una locución aislada sino una más de las perlas de hemeroteca proferidas en aquella intervención que, por méritos propios, entra por la puerta grande en la antología de desatinos proferidos por políticos españoles.

Patinazo de un político novato
Ahora que han transcurridos unos días y se han enfriados los ánimos, he visto y oído con calma la intervención parlamentaria del actor y político, y he tenido la impresión de que Toni Cantó se daba cuenta de su desacertada intervención conforme avanzaba en la exposición de la misma y que, en vez de enmendarla como habría sido lo prudente, optó poner a prueba sus dotes de orador e intentó salir airoso del atolladero con una huida hacia adelante para la que no estaba preparado ni disponía de argumentos. Así fue como, conforme el político novato hablaba, se fue metiendo en un callejón sin salida donde quedó atrapado, empecinado como estaba en no retroceder.

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