Este viernes, los Juegos Olímpicos llegan a TVE y, con ellos, se confirma el adiós de Las Cosas Claras, el programa que dirigía Jesús Cintora en La 1. El periodista se despedía este jueves denunciando que “hacemos periodismo, hay gente que por detrás hace otras cosas” y con una movilización total de Podemos en redes sociales, denunciando una conspiración tras el cierre del programa que, entre otros aspectos, se basa en la premisa falsa de que Las Cosas Claras estaba ganando en audiencia a su principal competidor, Al Rojo Vivo, en La Sexta.

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La máxima de que Cintora tenía más audiencia que Antonio García Ferreras partió del periódico auspiciado desde Unidas Podemos, La Última Hora, basándose en algún momento puntual y en pequeñas franjas horarias, pero los datos auditados por Kantar Media no apuntan a ese aspecto. Al Rojo Vivo ha cosechado de media casi 5 puntos de media más de audiencia, con un promedio de 12,1% frente al 7,3% de Las Cosas Claras desde su estreno. Y, frente a la audiencia total del canal, el programa de Ferreras alcanza un 80% más que La Sexta de media, mientras que Cintora tiene un 18% menos de audiencia que la media de La 1. Y en lo que se refiere a los targets de edad, Al Rojo Vivo gana en todos, incluso duplicando el dato en target comercial, con un 13,6% frente al 6,1% de Las Cosas Claras.

En uno de los principales objetivos fundacionales de Las Cosas Claras, arrastrar audiencia hacia Los Telediarios, el fracaso es palpable, y el informativo posterior ha perdido 1,4 puntos de audiencia frente a la temporada anterior, mientras que los informativos de Antena 3 y Telecinco, emitidos a la misma hora, ganan público. En total, Al Rojo Vivo acumula 2,8 millones a lo largo del día, mientras que el programa de Cintora llega a 1,5 millones. Y respecto a su anterior etapa, en Las Mañanas de Cuatro, Cintora pierde 5,6 puntos, cuando hacía un 12,9% en la última temporada.

Campaña de Podemos

Pese a estos datos, desde Podemos llevan toda la semana movilizados alegando que el programa de Cintora ganaba a Al Rojo Vivo en audiencia y que eso sería uno de los principales motivos de una supuesta mano negra para cerrar el programa. La campaña la arrancaba el lunes la portavoz, Isa Serra, en su rueda de prensa semanal. “Los datos de audiencia dicen que el programa de Jesús Cintora va bien, de hecho, pensamos que eso es uno de los problemas”, decía Serra. Pablo Echenique, portavoz en el Congreso, decía que “la última vez que el PP consiguió la purga política de Jesús Cintora por hablar de su corrupción cuando era líder de su franja horaria fue en una TV privada”.

Y el que fuera jefe de gabinete de Pablo Iglesias, y uno de los mayores apoyos de Jesús Cintora, Juanma del Olmo usaba su Twitter, al que solo acude en las grandes ocasiones, para defender al presentador: “Hoy perdemos los que defendemos la libertad de expresión. Los que nos negábamos a que fulminaran a Cintora. Aunque sea más difícil, aunque nos llevemos hostias, aunque a veces se pierda, algunos siempre vamos a elegir el camino correcto”.

En los últimos años, se han hecho habituales las críticas, e incluso los insultos a periodistas desde ciertos partidos políticos, por lo que no es tan habitual la defensa cerrada desde una formación, no ya a la libertad de expresión, sino a un presentador y a un programa en concreto. Desde ERC han criticado también el cierre de Las Cosas Claras y han pedido la comparecencia del presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, pero no han realizado el despliegue de Podemos en redes, con sus habituales satélites de La Última Hora señalando que “era líder de audiencia”. Lo que no encaja con los datos, más allá de que Las Cosas Claras haya crecido desde su estreno en noviembre y que Al Rojo Vivo haya tenido menos audiencia que en la temporada anterior.

La polémica del "infoentretenimiento"

Por el camino, ese enfoque tapa otros detalles que han provocado un fuerte malestar en RTVE. El mayor, la calificación de Las Cosas Claras como infoentretenimiento para así poder sortear la norma interna del Ente que marca que los programas de informativos deben realizarse íntegramente con recursos propios, y no a través de una productora privada, como es el caso. Un argumento que ha servido en el enfrentamiento entre secciones sindicales. Desde UGT han celebrado su cierre como una decisión “valiente y acertada”, mientras que el principal defensor del programa ha sido de CCOO, que ha vinculado el cierre con “injerencias políticas” y califica la salida de Cintora de “despido político”. Aunque cabe destacar que la secretaria general de CCOO en RTVE, Maite Martín, es madre de Santiago Jiménez, el que fuera director adjunto del Gabinete de Pablo Iglesias en Moncloa hasta el 6 de abril.

Otro aspecto que ha pesado en la balanza es la critica al “infoentretenimiento”, al que el nuevo presidente, Pérez Tornero, declaró la guerra desde su llegada, en su primera Comisión Mixta de RTVE en el Parlamento: “Es un sentir general de todos los profesionales de la casa que el periodismo de calidad vale la pena y el periodismo banal no vale la pena y menos en la televisión pública”. Una crítica que se vio reforzada con el episodio con Mariano Rajoy, al que una periodista de Las Cosas Claras persiguió mientras hacía deporte solo por la calle, 24 horas antes de que fuese a declarar en los tribunales por la Caja B. Una persecución que se emitió pese a que Rajoy no hizo ni una declaración. El episodio provocó el malestar y la queja de los principales periodistas de TVE. “Esto no lo acabo de ver en la radiotelevisión pública. Seré antiguo, no sé”, decía en Twitter Marc Sala. “Totalmente de acuerdo, Marc. Absolutamente impropio de RTVE”, le respondía Carlos Franganillo, presentador del Telediario. “Me sumo a todo lo dicho. Así no. Somos la radiotelevisión pública. Esto no es periodismo, es otra cosa”, remataba Xabier Fortes.