El pasado lunes el Ayuntamiento de Madrid borraba del cementerio de La Almudena tres placas dedicadas a los represaliados por los franquistas durante y después de la Guerra Civil.

Una de ellas contenía versos de Miguel Hernández que el poeta incluyó en su poema ‘El herido’: "Para la libertad me desprendo a balazos de los que han revolcado su estatua por el lodo" se podía leer hasta esa semana a las puertas del cementerio.

Esto no ha gustado en el mundo de la cultura. Juan Diego Botto es un ejemplo claro de ello y es que el actor argentino ha criticado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, por llevar a cabo un acto que considera “miserable” y “mezquino”.

Las otras dos placas que el Ayuntamiento mandó descolgar hacían referencia a la frase que Julia Conesa, una de las Trece Rosas, pronunció antes de ser fusilada: “Que vuestro nombre no se borre nunca de la historia”.

La tercera contenía un texto que la Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de Madrid y los familiares de las víctimas decidió colocar en el cementerio en honor a las víctimas: "Finalizada la Guerra Civil en Madrid, la dictadura del general Franco reprimió ferozmente a sus enemigos políticos. Consejos de guerra carentes de cualquier garantía procesal dieron lugar a numerosas ejecuciones por fusilamiento o garrote vil".  

A finales de 2019 el equipo de Almeida ya mandó desinstalar las láminas de granito, que Carmena mandó construir, con la identidad de los 2.937 asesinados por el régimen entre 1939 y 1944.