Está claro que el comentario del concejal Xaquín Charlín, que llamó "chochito de oro" a Soraya Sáenz de Santamaría, es repudiable por casi todo el mundo. Entre las excepciones de quienes no deberían, por prudencia, criticar al político gallego el primero estaría Alfonso Ussía, pero si por algo destaca el articulista de La Razón es por su falta de prudencia. Y de vergüenza. Así que ni corto ni perezoso, Ussía se ha dedicado hoy a criticar por "grosero, procaz y penco" al edil del BNG. Por lo menos, le ha dado unos consejos para ocultar con ironía los comentarios machistas, algo en lo que Ussía se cree un maestro.

Dice Ussía es su artículo Chochines y chochitos que Charlín es "grosero, procaz y penco" y le critica su uso del término "chochito" porque "además de una mendaz fórmula machista es de una zafiedad y ordinariez sólo pronunciable por un ciudadano manifiestamente inferior".

"Cochinada machista"
Además de todo esto, Ussía asegura que el edil gallego es un ignorante del mundo de la ornitología, porque de lo contrario, "se hubiera decantado por 'chochín de oro' tendría más amplio margen para justificar su cochinada machista".

La ironía
Porque un chochín es "una preciosa ave" y "es pequeño, como doña Soraya, y de cuerpo rechonchillo, como el doña Soraya". Si el edil se hubiera decantado por ese concepto, "podría haber acudido al ámbito de la ironía".

"Pajín ha engordado"
Desde luego, Ussía es un experto. En machismo, que no en ironía, porque es más amante de usar contra las mujeres palabras gruesas, tanto en tono como en significado. "Leire Pajín ha engordado. Está admirablemente culonzuela, respingona, melocotona temprana" fue la expresión con la que el articulista se cebó con la exministra de Sanidad por unas fotos suyas en la playa. Experiencia, la de esteta, que repitió al verano siguiente, con idéntica víctima: "Sólo un pero. El biquini marrón. No le sienta bien y le falta un buen trecho para ser decente".

La celulitis de Merkel
La habilidad de Ussía para denigrar a las mujeres por su silueta corporal, de hecho, no conoce fronteras. Que se lo digan a la mujer más poderosa de Europa, la canciller alemana: “La Merkel muestra una piel lechosa y algo celulítica, pero la química no ha lugar en su epidermis".

Ataques a doña Bótox
Aunque en lo que se refiere a mandatarias internacionales, nadie ha sufrido la habilidad léxica de Ussía como la presidenta argentina, Cristina Fernández  de Kirchner. Según el articulista, "a doña Bótox, la viuda negra, se le rocían las enaguas cuando mira al joven Kicillof", vicepresidente económica de Argentina. Unos días antes, Ussía también aseguró que Fernández de Kirchner "se pone cachonda de notoriedad y toma decisiones húmedas y voluptuosas".