“A la isla del Lazareto, con sus playas privadas, robustos pinares y azules piscinas, se ha llevado la señora ministra de Sanidad, Leire Pajín, a sus padres a pasar unos días de vacaciones. Como detalle familiar, aplaudo y celebro el gesto de la señora Pajín”, escribe Ussía, que tiene la delicadeza de diferenciar entre “abuso” de poder y “arbitrariedad”.

Una arbitrariedad que emociona
Al articulista de La Razón, el gesto de la ministra de llevarse con ella a sus padres le parece más bien “una arbitrariedad”, que le “emociona”.

La aspereza de su crítica negativa
Para que no quede dudas de qué parte está, Ussía advierte a Leire Pajín que “de haberse llevado a un novio, o a su compañero sentimental, o a su pareja de hecho, no le faltaría a la señora ministra la aspereza de mi crítica negativa”.

Un Gobierno "escasamente respetuoso con la familia"
Pero sucede que “la unidad familiar” le puede. Y la ministra, a quien “se ha llevado es a los padres”, y, sobre todo, es “ministra de un Gobierno tan escasamente respetuoso con la unidad familiar” que el hecho de que “lleve a cabo tan paternal imprudencia” le “abre las puertas de la emoción”.

El convenio del que no se enteró
“Otra cosa –puntualiza Ussía- es la pertinaz resistencia que Sanidad presenta a las muchas peticiones de abrir la isla del Lazareto al disfrute público. Se podría pactar una solución”, sugiere el articulista de La Razón, que, como se ve, no está enterado de que precisamente esta ministra ha sido la que ha firmado, en marzo pasado, un convenio para que los ciudadanos menorquines puedan usar y disfrutar este enclave histórico, como venían reivindicado desde hace tiempo.

La protagonista del hecho y del pecho
“De acuerdo. ¿Que podría haber elegido otro lugar del bellísimo litoral menorquín y no dar pábulo a chismes y rumores?”, pregunta el columnista de La Razón, que a sí mismo se responde, con dardo envenenado incluido: “De acuerdo. Pero a lo hecho, pecho, y nunca mejor escrito si es doña Leire la protagonista del hecho y del pecho”.

“Escandalizarse por este tipo de tiquismiquis no lleva a ningún puerto sosegado. La familia, ante todo y sobre todo. Sólo un pero. El biquini marrón. No le sienta bien y le falta un buen trecho para ser decente. Y doña Mayte Iraola, la madre, que para eso están las madres, tendría que habérselo advertido. Quien bien te quiere te hará llorar”, escribe Ussía.

Culonzuela,  melocotona temprana...
Es Don Ussía, en su tono habitual. El verano pasado, en la misma cuerda, escribía: “Leire Pajín ha engordado. Está admirablemente culonzuela, respingona, melocotona temprana."