Sostres en 'El Gato al Agua'



En principio podría repeler el hecho de que el periodista de El Mundo y tertuliano de Intereconomía, Salvador Sostres, defendiera a Silvio Berlusconi después de que fuera condenado por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores en sus fiestas 'Bunga-bunga', pero es difícil que sorprenda. Y es que como desveló Elplural.com en su día, el propio Sostres tiene confiesa su debilidad por las menores en los descansos de las grabaciones de programas de Telemadrid sufragados con dinero público.

Sentencia "feminista"
Pero Sostres intentó provocar nuevamente el pasado lunes desde El Gato al Agua cuando reprodujo algunas de las críticas de la derecha italiana a la sentencia. Según el tertuliano, en el fallo judicial "hay resentimiento de fondo" fruto de una actitud "feminista" por parte de las juezas. "Sólo hace falta ver la cara de la señora que ha dictado la sentencia para ver el resentimiento. Van contra él porque es un empresario de éxito y, como casi nunca le han ganado electoralmente", mantuvo aparentemente en serio.

En 'La Gaceta' presentan a Sostres como "skinhead catalanista"
Pero Sostres lo que está empezando a cosechar son las burlas de sus propios compañeros en los medios ultraconservadores, incluso de los que pertenecen a Intereconomía. Un columnista de La Gaceta, Kiko Monasterio, se ha quedado a gusto este miércoles dándole un repaso tanto su compañero como a Berlusconi: "La cirugía estética y los implantes del italiano no han podido disimular el rufián que lleva dentro, algo que se demuestra con la encendida defensa que Sostres –ese skinhead catalanista- ha hecho de su causa".

Un hortera en la puerta del 'Bunga-bunga'
El final de la columna no tiene desperdicio: "Un apoyo que acaba con los restos de duda que pudieran quedar, porque Sostres pertenece a esa crema catalana de la intelectualidad cuya referencia de elegancia son las figuritas de Lladró, y en estos casos lo único que lamentan es que no les hubieran invitado al guateque mediterráneo y hortera".

Dragó también divide entre juezas y jueces
Por cierto, que en el programa de Intereconomía en el que Sostres intentó dar la nota, Fernando Sánchez Dragó también se esforzó en no pasar desapercibido imitándole: "Conociendo a los italianos, si en lugar de tres juezas hubiese habido tres jueces, probablemente la sentencia habría sido diferente".