Debido al regreso de los talibanes a Afganistán, las mujeres podrían volver a ser víctimas de las prohibiciones que el antiguo régimen instauró a finales de la década de los 90, privándoles así de múltiples derechos y libertades. Con motivo de tales acontecimientos y la cobertura internacional que están teniendo los hechos, la postura de la periodista Clarissa Ward pronto se viralizó en redes sociales aunque, según sus propias palabras, no con el significado que parecía tener.

La corresponsal internacional de la CNN en Kabul, capital del país, aparecía con un cambio radical de imagen frente a las cámaras en tan solo 24 horas: en la primera de ellas, mostraba la cabeza descubierta, coincidiendo con el día en el que las tropas estadounidenses se retiraron de forma definitivamente; mientras que en la segunda apareció retransmitiendo las noticias con un hijab justo después de la toma de control de los talibanes de la ciudad.

La idea de la pronta represión que el grupo ultraconservador habría instaurado ya en el país hizo estallar a los usuarios de las redes sociales de todo el mundo. Durante los últimos años de la década de los 90, el régimen talibán estableció una fuerte represión contra las mujeres prohibiéndoles de ir solas por la calle sin compañía de un hombre, estudiar, hacer deporte y otras muchas actividades que las privaron de hacer vida normal, hasta 2001. Un recuerdo que ha vuelto a sembrar el miedo entre las mujeres afganas.

Sin embargo, Ward ha tenido que pronunciarse al respecto debido al revuelo generado. Por medio de su cuenta de Twitter, la periodista ha despejado las dudas sobre el por qué de tal cambio de imagen con un sólido argumento:  "Este meme es inexacto. La foto de arriba es dentro de un recinto privado. La inferior es en las calles de los talibanes en Kabul. Siempre he usado un pañuelo en la cabeza con anterioridad en la calle en Kabul, aunque no con el pelo completamente cubierto y abbaya. Así que hay una diferencia, pero no tan marcada", explicó en inglés de forma contundente para zanjar la polémica.