En las seis primeras temporadas de Juego de Tronos, los guionistas de la saga y su propio autor, George R. R. Martin, se han desecho de más de la mitad de los personajes. Incluso han surgido memes por el alto nivel de muertes de la serie, sobre todo de forma violenta.

Por eso, el equipo de Reidar Lystad, un investigador de la Universidad de Macquarie (Australia) ha decidido ir más allá y ha analizado a conciencia todas estas muertes y la probabilidad de morir de los personajes.

La revista Injury ha publicado este lunes el trabajo del equipo de Lystad, que recopila los datos de los 67 episodios de las seis primeras temporadas donde han muerto 186 de los 330 personajes. Recogiendo su sexo, su estatus social, su ocupación, religión, tiempo de supervivencia y circunstancias de la muerte, el equipo de investigación de Lystad ha logrado cuantificar las probabilidades de morir de cada personaje.

El estudio ha llegado a la conclusión de que, una de las mejores estrategias para mantenerse con vida en el mundo de Juego de Tronos es cambiar periódicamente de aliados, como hace Tyrion Lannister, porque se ha comprobado que quienes permanecen fieles a su bando suelen ser más proclives a la muerte.

Reidar Lystad ha asegurado que “aunque estos hallazgos puede que no sorprendan a muchos espectadores, hemos identificado muchos factores que podrían ir asociados a una mejor o peor supervivencia, lo que podría ayudarnos a especular sobre quién vencerá en la temporada final”. Durante la investigación apreciaron que la mayoría de las muertes han tenido lugar en Westeros y que el lugar más habitual fue su propia casa.

Entre las causas más comunes, las heridas en la cabeza y en el cuello ocupan un 73,7%, incluyendo las 13 decapitaciones. Solamente dos de los personajes han muerto de forma natural en las primeras temporadas. El resto de muertes responden a quemaduras (11’8%) o envenenamientos (4’8%). Sobre las circunstancias más frecuentes encontraron con que los asaltos (63%), los combates (24’4%) y las ejecuciones (5’4%) son las más repetidas.