Este martes 7 de octubre, ElPlural.com llevará a cabo una cobertura en vivo de la manifestación que se ha convocado frente a la sede nacional del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La protesta, que ha sido organizada por la plataforma Revuelta, una organización vinculada a la asociación estudiantil Plataforma 711, ha reunido a aproximadamente 3.800 personas, según datos proporcionados por la Delegación de Gobierno de Madrid.

Esta no es la primera vez que la calle Ferraz se llena de manifestantes. La convocatoria se produce en medio de la polémica suscitada por la futura ley de amnistía que favorecerá a los procesados del 'procés' catalán.

La manifestación de este lunes contaba con la presencia de figuras políticas destacadas, como el líder de Vox, Santiago Abascal, y el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo. A medida que avanzaba la protesta, se vivieron momentos de tensión cuando los manifestantes intentaron volcar las vallas de seguridad dispuestas por la Policía Nacional para mantenerlos alejados de la puerta de la sede del PSOE. Se espera que este martes acuda el líder de Desokupa, Daniel Esteve, y el propagador de bulos Alvise Pérez.

Hacia las 21:30 horas, la tensión escaló y los efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) tuvieron que intervenir. Se lanzaron gases lacrimógenos, pelotas de goma y botes de humo, lo que dio inicio a una carga contra los manifestantes. Esta acción se extendió por los alrededores de Ferraz, con la UIP avanzando por las calles Marqués de Urquijo y Princesa. La multitud comenzó a dispersarse entre gritos de indignación contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Los manifestantes portaban una variedad de banderas, incluyendo la española y algunas franquistas, así como carteles en contra de Pedro Sánchez, Carles Puigdemont y la amnistía. Los lemas coreados incluían "Sánchez a prisión", "lo llaman democracia y no lo es" y "no nos engañan, Cataluña es España". Además, se distribuyeron carteles con mensajes como 'Amnistía no' y 'Sánchez traidor', y los asistentes llevaron altavoces, cacerolas y silbatos.

Esta tercera concentración en la calle Ferraz se ha convertido en un símbolo de la creciente polarización política en España y la agitación social que ha surgido a raíz de las decisiones del Gobierno. El evento demuestra el enojo y la preocupación de un segmento de la población que se siente descontento con las políticas y acuerdos recientes. ElPlural.com seguirá transmitiendo en directo los acontecimientos de esta manifestación.

Dos periodistas increpados

Javier Bastida y Gabriel López son dos periodistas que se convirtieron en el centro de atención el pasado lunes, cuando un manifestante intentó interrumpir sus conexiones en directo para sus respectivas cadenas. Estos periodistas se encontraban informando en las cercanías de la sede nacional del PSOE en la calle Ferraz sobre las críticas a los acuerdos del candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez, con los independentistas y la controvertida ley de amnistía.

Javier Bastida, quien trabaja para la cadena laSexta, sufrió insultos constantes y agresiones por parte de un manifestante mientras realizaba su enlace en directo en el programa El Intermedio. El individuo, que se encontraba en la sede del PSOE en Ferraz, profirió gritos como "Muertos de ETA" o "Arnaldo Otegi asesino", mientras agarraba al periodista y obstaculizaba su labor.

"Siempre me han dicho que debo tener paciencia... pues bien, aquí tenéis el resultado. Todos estamos bien, gracias por preocuparos y agradecido por trabajar con el equipo de laSexta Noticias", comentó Bastida en sus redes sociales unas horas después del incidente.

El mismo individuo también intentó obstaculizar el trabajo de Gabriel López, periodista de los servicios informativos de RTVE, minutos después. Mientras López realizaba una conexión en directo en la edición nocturna del informativo de La 1, el manifestante lo increpó con gritos como "¡Que te vote Txapote!". En ninguno de los dos casos, la policía intervino para garantizar que estos profesionales pudieran realizar su trabajo sin contratiempos, a pesar de la proximidad de los manifestantes.