Cuando el país se encuentra inmerso en un verano de elevadas temperaturas, prácticamente independiente de la ubicación, todo el mundo corre hacia la sombra, hacia las fuentes de agua o a refugiarse en espacios cerrados en las horas punta de calor. Sin embargo, en el centro de Madrid se hace cuesta arriba. La Puerta del Sol, un enclave del turismo de la capital, en estas fechas se convierte en un hervidero.

No hay más que pasear por la inmensa plaza para comprobar que las zonas de sombra escasean, incluso resultan casi nulas. Las últimas remodelaciones del espacio realizadas por el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida no garantizan que los transeúntes puedan disfrutar del emblemático espacio madrileño con tranquilidad y sin tener que preocuparse por la sofocante sensación térmica.

Prueba de ello se refleja en las redes sociales. Un usuario ha compartido este martes una imagen que no deja lugar a dudas: en la icónica salida del Metro en forma de 'ballena' puede verse como una decena de personas se refugia a la poca sombra que hay en la explanada. Podrían parecer las 15:00 horas de la tarde, cuando los termómetros superan los 40 grados centígrados, pero la realidad es que tan solo son las primeras horas de la mañana. “¿Por qué a las 10 de la mañana la gente se refugia en la única sombra de Sol? Porque no hay plantas en ningún balcón, obviamente”, señala.

Otros comentarios de Twitter se han dirigido en la misma dirección: “La Puerta del Sol, más del sol que nunca”, sostiene otro usuario. “Esto es como cuando quieres ir de la sombrilla a la orilla en la playa y tienes que atravesar el tramo de arena ardiendo sabiendo que te vas a quemar”, apunta un tercero.

Los kioskos sufren las temperaturas extremas

Una de las remodelaciones más innovadoras que se pueden apreciar en la nueva Puerta del Sol de Almeida son los nuevos kioskos, que han pasado de tener la apariencia de toda la vida a estar recubiertos por cristaleras en las que recae todo el calor y el reflejo del sol. Estos puestos, que concentran los servicios de un estanco, tienda de recuerdos y artículos de prensa y revistas, se han vuelto un hervidero para sus dueños, que tienen que pasar la mayor parte del día dentro de ellos.

Debido a la notable ausencia de árboles y zonas de sombra en la Puerta del Sol, estos establecimientos están todas las horas del día expuestos a la luz y el calor del Sol y, debido a la transparencia de las cristaleras, concentran aún más las temperaturas, llegando incluso a superar los 45 grados centígrados.

De nuevo, las redes sociales han vuelto a ser el reflejo de la realidad. Los dueños de estas tiendas a pie de calle, en aras de protegerse el sofocante calor de julio y agosto, han colocado parasoles en las paredes de los kioskos para mantener una temperatura ambiente. Por las fechas actuales, por el calor, pero, ¿cuál será la medida de protección en invierno ante las bajas temperaturas?

Las obras de Almeida en Sol

Fue allá por marzo de 2022 cuando el alcalde de Madrid dio el pistoletazo de salida a las obras de remodelación del corazón de Madrid: la Puerta del Sol, en la cual conectan las principales vías de acceso a la Plaza Mayor y la Plaza de Callao. Tras meses de obras y levantamiento del suelo, no todo está terminado, ya que queda sustituir el pez o ‘ballena’ en forma de entrada del Metro, así como la fuente oval en la que resaltará la estatua de Carlos III.

Las deficiencias de este punto turístico se hicieron aún más evidentes durante las fiestas navideñas, cuando la capital se llena de gente desde todos los puntos del país que acuden a ver las luces de Navidad y a hacer las compras de última hora, por lo que llegan a concentrarse millones de transeúntes en los días claves en las principales avenidas que desembocan en la Puerta del Sol.

El año pasado, muchos se encontraron con la cruda realidad: debido a que las obras tuvieron que paralizarse por el ajetreo navideño, varias zonas de la plaza quedaron con cemento fresco y, evidentemente, sin terminar.

Almeida, en aquel momento, justificó el aplazamiento de las obras para la celebración de la Nochevieja en la Puerta del Sol y para no dificultar las labores de comercios y la hostelería de la zona.