Un año, un mes y un día. Era el tiempo previsto por el Ayuntamiento de Madrid para inaugurar la madrileña Puerta del Sol, cerrada desde el 2 de marzo de 2022 para su enésima remodelación. La fecha prevista para su apertura no es casual. El 3 de abril. El Lunes Santo llegaba al límite marcado por la ley electoral, que impide inaugurar ni hacer balances desde este mismo día. El icono y proyecto más visible de la gestión de Almeida se verá deslucido en su 'estreno' porque a estas horas un buen número de operarios sigue colocando losas de granito, tapando socavones y terminando uno de los accesos al Metro que lleva más de un mes cerrado.

A pesar de que el propio Ayuntamiento informaba a finales de febrero que las obras en el kilómetro cero de la capital estaban "a tope" y en "plena coordinación" con la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid por la aparición de diferentes restos arqueológicos que se están valorando". Sin embargo, llegó el 3 de abril y la madrileña Puerta del Sol sigue en obras. Desde primera hora de la mañana los esfuerzos se centran en cambiar una rejilla frente a la tienda de Apple que sirve como respiradero de la red de Cercanías, tapar el suelo con el nuevo empedrado y esperar a desmontar la estatua de Carlos III, que lleva semanas envuelta en plásticos y esperando a ser reubicada y cuyo pedestal espera a ser desmontado.

"Trabajo aquí y ni de broma está esto acabado el lunes", comentaba este viernes una trabajadora afectada por las obras. "Es un peligro andar por la calle", añadía señalando a dos señores mayores que cruzaban uno de los pequeños puentes de hierro instalados para que los peatones no pisaran la zona que todavía queda por adoquinar. El constante paso de peatones, de 6.900 personas a la hora, ha deformado la estructura y ha hecho que se encuentre doblada haciendo fácil la caída. En el otro extremo de la plaza, justo delante de la Real Casa de Correos, los operarios comienzan a instalar el nuevo dibujo del kilómetro cero estudiando el plano de una gran rosa de los vientos que terminan de dar forma en el suelo. A su lado, un curioso mira las obras esquivando la maquinaria de obra que se mueve sin parar transportando material entre turistas, mirones de obras y personas que van de paso. "Quedará bonita", se resigna a decir.

A pesar de que en las próximas semanas se procederá, por fin, a desalojar la plaza de ruido visual, las obras no habrán acabado. El 'tragabolas' o la 'ballena' de Sol, apodos con los que se conoce al acceso al intercambiador de transportes, no será jubilado ya que Adif todavía no ha dado los permisos para proceder a la reforma del acceso. "Aunque ya los tuviéramos, no podríamos llegar a tiempo porque hay que fabricar lo que es el cristal que cierra el ascensor de Sol, según los condicionantes técnicos que nos dijeran", comentaba la delegada de Obras y Equipamiento del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, en febrero. La idea del proyecto es que la entrada al Metro y Cercanías sea sustituida por un pabellón transparente de vidrio con forma oval. De esta forma se quiere liberar espacio y dotar de mayor visibilidad al entorno. "Como mínimo, necesitaremos dos meses para construir la nueva estructura desde que recibamos el permiso", explicaba la responsable de Obras.

"Como ciudadano que llevo siendo desde hace cinco años siempre he vivido en la Puerta del Sol, tanto en un portal en la plaza como en una calle aledaña he vivido las obras desde el primer día", indica Marco, vecino del barrio. "Empezaron con muy mala planificación e iban tapando y abriendo zonas sin saber dónde levantar el suelo. Luego se pararon y ni siquiera liberaron espacio porque las obras estaban paralizadas por los restos", denuncia.

Además, destaca la suciedad: "A raíz de las obras han aparecido muchas cucarachas y ratas. Se nota muchísimo porque hay falta de limpieza. La calle Montera está llena. Son cosas que no he visto en mi vida aquí", reconoce.

"Las calles están cortadas. Cada día entrar y salir del Metro tiene un camino distinto. No se facilita nada. Entiendo que son obras, pero no se limpia nada y todo está lleno de tierra y polvo. Tampoco se puede entrar a las tiendas o las casas porque apenas hay sitios habilitados. Si comparas el antes y el después y no hay diferencia. Han cambiado el suelo y ya. Es la misma piedra de antes con otro dibujo. No entiendo la mejoría. La calle en la que vivo lleva meses levantada. Nadie lo termina, es todo roca", insiste cabreado.

"Llevamos más de un año así. En Navidad fue todo un caos. Ni siquiera sabemos con exactitud el día en el que vamos a ver todo acabado. No se facilita nada a los vecinos", explica Marco.

Por su parte, el alcalde insiste en que en los próximos días acabarán las obras. "La Puerta del Sol va a tener en los próximos días su aspecto definitivo y los madrileños podrán disfrutar del nuevo espacio público", ha indicado ante los medios. "La pieza central del eje peatonal que va desde Plaza España hasta el Paseo del Prado es la Puerta del Sol. Madrid es la orgullosa capital de la Nación y quiere tener presente a todos los territorios en el Kilómetro 0 de España. En Semana Santa todas las procesiones podrán transitar por la Puerta del Sol", indicaba al respecto.

En la oposición, sin embargo, no se ve igual y tachan de "chapuza" la gestión de las obras. "La enésima reforma de la Puerta del Sol ha sufrido los efectos de la incompetencia de Almeida repetidamente desde que está la obra en marcha: el puente de diciembre, la Navidad y las uvas de fin de año se celebraron entre barro y el puente de marzo con caos y peligros debido a que los trabajos pasaban junto a los peatones, literalmente", indica el portavoz de campaña de Más Madrid, Edu Rubiño.

"Se supone que esta es la reforma estrella del alcalde y ha sido incapaz de terminarla en el plazo que él mismo dio a los madrileños", denuncia. "No nos merecemos tanta ausencia de gestión y chapuzas. Desde Más Madrid exigimos a Almeida que ejerza de una vez y que acabe esta obra, porque Madrid debe ser una ciudad en la que poder vivir y disfrutar y que dé su mejor imagen a los vecinos y a toda la gente que nos visita".

La fuente y el carril bici

De momento queda terminar la construcción de un carril bici que cruzará la plaza por la carrera de San Jerónimo hasta la calle Mayor. Además, se ha descartado la construcción de bares y terrazas y se está procediendo a la instalación de los quioscos, estancos y la administración de loterías. Por último, queda la fuente. Dentro se encontrará la estatua de Carlos III. En estos momentos está en construcción ya que requiere de un tiempo de fraguado y de la construcción de un "complejo sistema hidráulico".

La Puerta de Alcalá, tapada hasta 2024

La Puerta de Alcalá también va con retrasos. En noviembre se procedió a su restauración al descubrirse que necesitaba una limpieza y reparación. Levy tachó de “actuación rápida” la reforma. Ahora se han hecho públicos los contratos de licitación que ascienden a más de dos millones de euros y que las obras no finalizarán hasta 2024. Según publicaba el Ayuntamiento en febrero, "la duración estimada de la restauración será entre 10 y 12 meses" con unos márgenes siempre condicionados por la evolución de los trabajos y las posibles dificultades de ejecución añadidas a la intervención en un monumento.