Blatter y sus chicos ahora se quejan. “Esto es intolerable. ¡Qué vergüenza!”, repiten a diestro y siniestro. Los FIFOS llevan más de seis años viajando cada dos por tres a Brasil (¿a inspeccionar los estadios y las infraestructuras?) y ahora, una semana antes de que arranque el Mundial, se dan cuenta de que no hay nada terminado. Alucino. Y en colores. ¿Y no sabían lo de las revueltas sociales, o la cantidad de huelgas programadas en la mayoría de las ciudades que albergan los partidos mundialistas? Y claro, los FIFOS como viven en el planeta Marte tampoco se habían percatado del rechazo de la mayoría de brasileños (sobre todo los más desfavorecidos) ante tanto derroche innecesario.

Nadie garantiza nada
Como debe ser. Y si este Mundial de Fútbol está condenado a ser un caos, recuerdo que Brasil dentro de dos años organizará los Juegos Olímpicos. ¿Recuerdan las lágrimas y los saltos del presidente Lula cuando le confiaron la organización de los dos eventos más importantes del planeta? Pues hoy Aldo Rebelo, ministro de Deportes, se ha quedado tan ancho al asegurar: “Es imposible asegurar que nuestro país esté listo para este Mundial”. Pues nada,  que viva la Madre Superiora.

Todos a bailar samba
Sobre todo los FIFOS y sus acompañantes. ¡Viva la seriedad y la coherencia! A una semana del inicio del Mundial de los 12 estadios que acogerán los partidos, ni uno solo está acabado y en perfectas condiciones. Y la FIFA cuando España organizó el Mundial 82 dijo que los españoles siempre improvisábamos. Esta tarde, el secretario general de FIFA, Jerome Valcke, ha recalcado que: “Es muy normal que todavía haya tantas obras en curso”. Por lo tanto, nadie debe preocuparse.

Y nadie es corrupto
Faltaría más. ¡Si todo son invenciones de la prensa británica! Blatter y sus chicos, con la cantidad de pruebas acumuladas, como siempre mirando para otro lado en vez de desenmascarar a los dirigentes que, y hace cuatro años, por algo más de 200.000 euros vendieron su voto a Qatar y a los jeques del petróleo.