Como ya os hemos contado otras veces, lo realmente importante en un discurso no es necesariamente lo que se dice, sino cómo se dice. Ese cómo va referido a la comunicación no verbal la cual, si no hay contradición, implica un 63% de lo que realmente se transmite, dejando el porcentaje restante a las palabras.

Para conocer más en profundidad lo que ha pasado hoy en el Congreso en ELPLURAL.COM  hemos hablado con José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal y miembro de la Asociación ACONVE. Según nos cuenta, estos son algunos de los puntos fuertes de la sesión de hoy:

1. Antonio Hernando, cogiendo confianza poco a poco

[[{"fid":"54660","view_mode":"ancho_total","fields":{},"type":"media","attributes":{"style":"font-size: 1em;","class":"img-responsive media-element file-ancho-total"}}]]

Uno de los más esperados era el discurso de Antonio Hernando, a quienes muchos querían escuchar cómo argumentaba su posición tras los cambios acaecidos en su formación. Comenzó bastante flojo, habiendo momentos que incluso elevaba sus hombros dando la impresión que quería esconderse entre ellos.

Según nos explica Martín Ovejero, su discurso ha ido de menos a más. "Comenzó tenso, sobre todo al referirse a la abstención y al deber que su partido tenía para con los ciudadanos. Sus brazos estirados así lo demostraban. Según fue entrando en contenidos se relajó y se le ha visto muy implicado a nivel gestual con sus palabras, muy convencido de las mismas en las críticas a Rajoy".

2. Pedro Sánchez, buscando el infinito

Otro de los más esperados era Pedro Sánchez. Apareció alejándose de formalismos (sin corbata), algo que no es habitual en él. Martín Ovejero destaca que una de las cosas que más le llamó la atención fueron los aplausos de la bancada socialista. "En ocasiones, Hernando era interrumpido por los aplausos de su grupo, pero Pedro Sánchez no solo no aplaudía, sino que incluso miraba hacia otro lado. Ahora bien, al concluir su intervención sí se ha levantado y aplaudido".

Otro de los detalles ocurrió ayer cuando sus señorías llegaban al hemiciclo. Hernando se ha ubicado dando la espalda a Pedro Sánchez, intentando evitar su saludo de forma descarada.

3. Rajoy nos muestra cuánto se quiere (y se gusta)

En esta ocasión, el candidato a la Presidencia del Gobierno se ha mostrado más tranquilo, optimista, triunfalista y bromista que en otras ocasiones. Ha perdido en muchas menos ocasiones el hilo e incluso se ha notado cómo se gustaba a sí mismo al haber conseguido aliñar con algo más de salero su habitual monótona y anodina oratoria. 

Según explica Martín Ovejero, "se ha evidenciado una gestualidad de manos acorde con sus palabras. También golpes de voz en aquello que consideraba más importante". Pero, a pesar de su tranquilidad, ha habido patinazos, como el de su dedo acusador, el cual ha sacado a pasear de vez en cuando. Concretamente, "en los momentos más agresivos".

Por cierto, el presidente en funciones "ha evitado mirar a Hernando directamente mientras hablaba"

4. Isabel Rodríguez, ¿aburrida como una ostra?

Pillada. Como nos descubre el experto en comunicación no verbal, "a Isabel Rodríguez se le ha escapado un bostezo durante las palabras de Rajoy".

5. Pablo Iglesias: ¡otro vaso de agua, por favor!

Si el agua fuese whisky, Pablo Iglesias hubiese salido mucho más contento hoy del Congreso. "Ha necesitado beber constantemente agua, 10 veces he podido observar en su primera intervención. Muy llamativo teniendo en cuenta que ha estado menos de 30 minutos en el uso de la palabra en esa primera parte".

Como explica el experto: "La emoción del miedo provoca sequedad de boca y garganta, no se segrega saliva en esos momentos. ¿Alguna relación?"

6. Ea, ea, ea. Rivera se mosquea

No es la primera vez que Rivera no sabe ocultar su enfado. En esta ocasión, a nuestro cuñado favorito le han asomado microexpresiones de ira "cuando ha hecho referencia lo que ha denominado viejas cañerías que se seguirán manteniendo con el nuevo Gobierno".

7. La bancada de Unidos Podemos se lo ha pasado pipa

 

Como en otras ocasiones, hemos visto cómo los diputados de Unidos Podemos disfrutaban de su trabajo. Según Martín Ovejero, "¡se lo han pasado genial!".

Les hemos visto en varias ocasiones "sonriendo ante las palabras irónicas de Rajoy". Aunque el clímax de la bancada ha llegado a su punto más álgido cuando su líder, Pablo Iglesias, afirmaba que había más delincuentes dentro del hemiciclo que fuera. 

También "se les ha visto negar con su cabeza las palabras de Hernando".

8. Rajoy siente vergüenza al hablar del "desafío soberanista"

Ha habido varios microgestos de vergüenza por parte del presidente en funciones candidato a próximo presidente (perdón por la redundancia). Algunos de ellos han sido cuando hablaba de sus dotes en las redes sociales -especialmente cuando se refirió a los famosos SMS- o en determinadas ocasiones que ha pronunciado el término corrupción.

Además, cuando ha llegado al desafío soberanista ha dado muestras de querer huir de su propio discurso: "Ha bajado su mirada y su voz. Se le ha visto sin ganas de meterse en este tema, parecería que no buscaba el enfrentamiento en este punto", explica Martín Ovejero.

El líder popular también ha mostrado varios microgestos de asco durante la intervención de Pablo Iglesias.

9. Albert Rivera explota su punto fuerte

Como todos sabemos, uno de los puntos fuertes de Rivera es la retórica y ha jugado bien sus cartas en este sentido. Especialmente cuando ha mencionado "el intento de golpe de estado de Tejero o cuando ha mostrado imágenes (como el recibo de los autónomos). En ambos casos de atrapa la atención de quienes le estuvieran siguiendo, en el Congreso o a través de televisión".

10. Pablo Iglesias, sin medias tintas

El punto fuerte de Iglesias no es precisamente la comunicación no verbal. Ha pasado del inmovilismo más absoluto, "sin gesticular o con las manos en los bolsillos, grave error en un orador", a una gestualidad excesiva e incluso agresiva "concretamente al referrise a temas en los que se le veía más comprometido: contra la corrupción".