La pandemia del coronavirus ha visibilizado la importancia de la investigación científica, que ha permitido en tiempo récord disponer de vacunas que impidieran la progresión de los contagios. Cuando irrumpió el COVID-19 apenas sabíamos nada de él. Sin embargo, el trabajo global de la comunidad científica nos brindó la oportunidad de poder aprovechar conocimientos e investigaciones previas para hacer frente a la alerta sanitaria. “Hemos tenido la grandísima suerte de que ese tipo de vacunas de ARN mensajero ya se estaban experimentando y la pandemia lo que ha hecho es ayudar a dar el salto. Las cosas no surgen de la nada”, no explica en una entrevista la científica Eloísa Herrera, del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH, que lidera una investigación para la recuperación de la movilidad y la visión. Este proyecto de medicina regenerativa es uno de los seleccionados en la última edición de CaixaRechearch, una iniciativa de la Fundación “la Caixa” para impulsar iniciativas de en biomedicina y salud de excelencia científica y que tengan gran impacto social, ya sea en investigación básica, clínica o traslacional.

“Es primordial la inversión en ciencia"

Para Eloísa estamos en un momento dulce de la investigación y espera que aprendamos la lección de lo vivido. “Es primordial la inversión en ciencia. Ahora, con los fondos europeos y la concienciación de la sociedad estamos ante una buena coyuntura y ojalá los políticos den el paso para destinar un presupuesto mayor a la investigación. Pero también se necesitaría que esa inversión se mantuviera en el tiempo, no que sea una cosa puntual”. 

PREGUNTA.- ¿Qué representa esa inyección económica de la convocatoria de CaixaResearch de casi medio millón de euros?

RESPUESTA.- Una de las cosas más costosas son los salarios de los investigadores ya que normalmente sólo el jefe del laboratorio forma parte de la plantilla, el resto cuentan con contratos doctorales de tres o cuatro años. Este proyecto nos va a permitir mantener por un tiempo a alguno de los investigadores que están conmigo.

P.- ¿Hay fuga de talentos en la investigación científica?

R.- Este tema tiene doble cara. En realidad, a los científicos nos gusta ir fuera y es lo que tenemos que hacer. Yo estuve casi cinco años en Nueva York y es la mejor experiencia que he tenido en mi vida. Es necesario ver cómo se hace la investigación en otros centros, hacer contactos que serán muy importantes para el networking y tu futuro laboratorio. Todo esto solo se aprende si te vas fuera.

Sin embargo, en España es difícil, sobre todo ahora, que todas esas personas puedan revertir aquí sus conocimientos. ¿Por qué? No hay formas de atraer a la gente. Ni los sueldos ni las condiciones de trabajo son competitivos, ni muchas veces existe la infraestructura o los medios para que la gente pueda volver. La mayoría de los que hemos vuelto ha sido por cuestiones familiares.

"Se debería flexibilizar y facilitar la capacidad de los centros para poder reclutar a científicos de primer nivel"

P.- ¿Qué aspectos son clave, en tu opinión, para mejorar la situación?

R.- Hay muchos, pero lo más importante es la financiación, que en España es mínima, comparada con el resto de países de nuestro entorno. También se debería flexibilizar y facilitar la capacidad de los centros para poder reclutar a científicos de primer nivel. Afortunadamente, hace unos años se empezaron a adoptar planes estratégicos en los centros y ha sido muy acertado. Lo importante es promocionar la movilidad de científicos de un lado a otro, ya que los proyectos de investigación son muy largos y con personas muy especializadas. Es un problema no sólo nuestro, no hay muchos países que tengan un sistema flexible, quizá el americano, pero tiene otras faltas. Ideal no hay nada.

"Se han conseguido vacunas en tiempo récord gracias a toda la investigación básica que llevamos o llevan años haciendo los virólogos"

P.- La pandemia ha puesto de relevancia la importancia de la investigación científica, que ha permitido conseguir en tiempo récord una vacuna. ¿Crees que la pandemia marca un antes y un después en este campo?

R.- La pandemia está ayudando a la ciencia en cuestiones de visibilización. La sociedad está más sensibilizada. Me gusta decirle a la gente es que se han conseguido vacunas en tiempo récord gracias a toda la investigación básica que llevamos o llevan años haciendo los virólogos. Hemos tenido la grandísima suerte de que ese tipo de vacunas de ARN mensajero ya se estaban experimentando y la pandemia lo que ha hecho es ayudar a dar el salto. Las cosas no surgen de la nada.

Es primordial la inversión en ciencia. Ahora, con los fondos europeos y la concienciación de la sociedad estamos ante una buena coyuntura y ojalá los políticos den el paso para destinar un presupuesto mayor a la investigación. Pero también se necesitaría que esa inversión se mantuviera en el tiempo, no que sea una cosa puntual. Hay que conseguir una reestructuración importante para que eso se mantenga para siempre.

"Si se invirtiera en ciencia de manera sostenida, quizá dentro de 15 o 20 años seríamos una potencia"

P.- La investigación científica es un motor del desarrollo, sin ciencia no hay futuro.

R.- Sí. Lo que necesitamos es que sea sostenible. Los países más desarrollados son los que han invertido en ciencia durante años. No es una cosa que pase de hoy para mañana. En España ha habido picos, pero no ha habido una inversión sostenible y una apuesta sólida y real. Eso nos lastra. Si eso ocurriera de manera sostenida, quizá dentro de 15 o 20 años seríamos una potencia.

"Hasta que la sociedad no tome conciencia de que ellos pueden ser cuidadores igual que nosotras no habrá una igualdad real"

P.- ¿Te ha afectado el hecho de ser mujer? ¿Te han discriminado alguna vez?

R.- Esto es cuestión de suerte y yo la he tenido desde el principio. Nací en una familia que me educó en la igualdad, luego he tenido suerte a lo largo de mi vida. Mis jefas siempre han sido mujeres, algo que no he buscado, pero me ha pasado, y me ha apoyado siempre. Estuve con María Blasco, en EEUU, y es la persona mejor que he conocido en mi vida, un ejemplo a seguir. Nuestro centro se caracteriza porque somos mitad y mitad como jefes de grupo.

Lo que sí veo es que, entre la gente más joven, son ellas las que se quedan en casa con los niños si están enfermos o si hay que decidir si uno de los dos se pide una reducción de jornada o se queda en casa es ella... Hasta que la sociedad no tome conciencia de que ellos pueden ser cuidadores igual que nosotras no habrá una igualdad real. 

P.- ¿Hacen falta más referentes femeninas en la ciencia?

R.- Sí, claramente. Las mujeres no tenemos atracción por las carreras STEM. En las carreras biosanitarias no ocurre tanto, pero en física, informática, matemática, inteligencia artificial, la verdad es que estamos lejos. Es una cuestión de educación. 

P.- ¿En qué consiste tu proyecto de medicina regenerativa?

R.- Las neuronas no se regeneran espontáneamente y si hay un problema en el nervio óptico, te vuelves ciego. Durante muchísimos años se pensaba que conseguir que las neuronas se regeneren o reemplazar una neurona por otra era imposible. Sin embargo, tras años de investigación se consiguió que las neuronas del nervio óptico se regenerasen. Se ha conseguido con animales modelos, manipulando una serie de genes, que recrezcan las fibras nerviosas dañadas. En concreto, han crecido los axones, que serían como los brazos de las neuronas que les permiten conectar con otras. Sin embargo, estos axones regenerados, cuando tienen que decidir a dónde ir, no saben el camino y no son capaces de alcanzar su destino final.

Mi laboratorio lleva estudiando mucho tiempo cuáles son las señales que guían a las células nerviosas durante el desarrollo embrionario para conectar con las neuronas que tocan, cómo los axones son capaces de llegar a su destino final. Con ese conocimiento que hemos adquirido durante muchos años, tratamos de usar esa misma estrategia y llevar esos genes a un sistema visual adulto dañado. Recapitular esa serie de señales para ver si conseguimos que lleguen a su destino. Esa es un poco la idea dando un paso más: se ha conseguido que los axones crezcan y nosotros tratamos de demostrar que no sólo pueden crecer, sino que además se pueden dirigir hacia donde queremos que crezca. 

"No es ciencia ficción revertir una ceguera o una tetraplejia"

P.- El objetivo final sería encontrar terapias que puedan revertir una ceguera o incluso una lesión medular grave que haya provocado una tetraplejia. ¿Es ciencia ficción? ¿Qué tiene que pasar para que se haga realidad?

R.- No es ciencia ficción. Si me hubieras preguntado hace diez años te habría dicho que sí, pero se están dando bastantes pasos. El destino final de este proyecto no es que haya terapias, es una especie de prueba de concepto, saber si se puede hacer. Hay que ir paso a paso y se necesita muchísimo conocimiento en cada caso particular para poder aplicarlo. Además, hay otro problema, que sería el principal. Con animales modelo, en nuestro caso ratones, todo se hace de manera relativamente fácil. Sin embargo, en humanos, existe un problema ético que hay que resolver.

"Los plazos en ciencia son largos"

P.- ¿La transferencia a la clínica llevará tiempo?

R.- Sí, los plazos en ciencia son largos. Las vacunas de ARNm que ahora se han podido desarrollar para el COVID, empezaron hace 20 años.

P.- ¿Estos conocimientos en los que estáis avanzando podrían tener también aplicación en uno de los retos a los que nos enfrentamos, que es hacer frente a enfermedades como el Alzheimer, las demencias o la ELA?

R.- Podría tenerla. Hay muchos grupos de investigación que están trabajando en ello e incluso tratando de recuperar neuronas degeneradas o muertas cogiéndolas de otro sitio. Se ha conseguido ya reprogramar células, algo que era imposible hace unos años. Por ejemplo, células de la piel revierten a célula madre inyectándole una serie de genes que se han identificado gracias a muchos años de investigación, y posteriormente se puede convertir en neurona. Eso se hace hoy en día, in vitro. Pero también necesitamos que las células sepan cómo conectar con otras.

P.- Al final en ciencia todo es útil.

R.- Exacto. Lo que es importante es que nos escuchen. Me gustaría transmitir que a pesar de los problemas, a pesar de que estamos en una situación un poco precaria en España, merece la pena. La ciencia es muy bonita. A largo plazo todo suele tener aplicación y sí, sirve para algo.