Llegan las Navidades y junto con la alegría que llega a muchos hogares, se ponen de manifiesto de forma muy palmaria las desigualdades. Por ello, una vez más, CaixaBank presenta su solidaria iniciativa El Árbol de los Sueños, que tiene como objetivo el de llegar a casi 30 mil niños en riesgo de exclusión en todo el país. Concretamente, el total de niños favorecidos es de 29.229, o lo que es lo mismo, 2.000 más que el año pasado. Ellos podrán disfrutar del regalo que han pedido en sus cartas. Hay que tener en cuenta que para la mayoría de esos niños, este será el único regalo que recibirán en estas Fiestas, y será gracias a la cadena de solidaridad que se genera entre los clientes de la entidad bancaria.

Niños de hasta 12 años de edad pertenecientes a familias desestructuradas, víctimas de pobreza alimentaria, residentes en centros residenciales o protagonistas de cualquier otra situación que les hace vulnerables escribieron sus cartas navideñas, que se encuentran en las oficinas de CaixaBank desde el pasado 20 de noviembre. La forma de contribuir al éxito de esta iniciativa es muy sencilla, ya que basta con ser cliente de la entidad y acercarse a una de las oficinas. En ella, se asignará al cliente una de las tantas cartas escritas por los niños, en la que estará detallado el regalo concreto que desea para la Navidad. El importe máximo es de 50 euros y, una vez recogida la carta, hay tiempo hasta el 15 de diciembre para llevar el regalo a la oficina. La recogida y el reparto de los regalos serán llevados a cabo por CaixaBank y más de 370 entidades sociales que colaboran en la iniciativa.

Un árbol de sorpresas para todos   Foto de CaixaBank

A esas más de 370 entidades, que incluyen sus delegaciones vinculadas a la lucha contra la pobreza y la vulnerabilidad infantil, se suman más de 400 empresas para colaborar con la iniciativa El Árbol de los Sueños. En total, son 3 mil las oficinas de CaixaBank, distribuidas en unos 1.500 municipios, que participan en este programa, que así logran llevar El Árbol de los Sueños a toda España. Esta sexta edición de la iniciativa solidaria es una edición récord, ya que, como se ha dicho más arriba, supera en unos 2 mil los niños beneficiarios respecto al año pasado, que era, hasta el momento, la edición que había llegado a más gente. Si echamos la vista atrás, desde aquella primera edición de 2018, y contando la actual de 2023, El Árbol de los Sueños ha ayudado a cumplir los deseos de casi 150 mil niños en riesgo de pobreza y exclusión social.

España es el segundo país de la Unión Europea (UE) con mayor pobreza relativa en la infancia, solo por detrás de Rumanía, según datos de Save the Children. Se calcula que los menores víctimas de este flagelo superan los 2 millones en nuestro país. Aunque no hace falta aclarar cuáles son los efectos de la pobreza infantil, es importante remarcar que en períodos de fiestas o vacacionales es cuando más en evidencia quedan las carencias de este colectivo. Una de las enorme virtudes de El Árbol de los Sueños es su llegada a diferentes rincones del país a los que algunas ONGs y asociaciones benéficas no pueden llegar. Esto, gracias a su capilaridad territorial y a la red de oficinas que pueden apoyar a la Obra Social “la Caixa”. Basta con mencionar que, anualmente, más de 10 mil proyectos reciben unos 44 millones de euros de los diferentes proyectos impulsados por la entidad. No queda todo allí, ya que también se impulsan iniciativas de acción social y se fomenta el voluntariado, para así contribuir a dar respuestas a los retos que nos presenta cada día nuestra sociedad. Los principales organismos internacionales, como el Dow Jones Sustainability Index, sitúan a CaixaBank entre los mejores bancos internacionales en términos de responsabilidad corporativa. A su vez, es incluida como empresa líder contra el cambio climático por la organización mundial CDP, y ha recibido la máxima calificación A+ en inversión sostenible por parte de Naciones Unidas.

Muchos niños en situación de vulnerabilidad vivirán así, en nuestro país, unas Navidades más justas, más igualitarias y, sobre todo, más felices.