El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, adapta su discurso durante la campaña a la provincia en la que se encuentre cada día, sea de la Comunidad que vicepreside o no, y este sábado estaba en Miranda de Ebro, en Burgos, de modo que tocaba hablar de la Central Nuclear de Santa María de Garoña, pero no sin privarse de citar a los medios de comunicación, en este caso, El Mundo, ABC y La Razón, a los que considera culpables de “intoxicar a la opinión pública” con encuestas, en su opinión, pagadas por el Partido Popular -con el que su partido gobierna en Castilla y León- para “tratar de modificar la voluntad de los españoles”.

Según Gallardo, “los dos grandes partidos se han confabulado para recuperar el viejo bipartidismo”, que, asegura, “ha dado patadas en la espinilla a la población de Miranda”, y alude a una entrevista al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, publicada en un medio de Burgos, en la que el líder popular advierte de que votar a Vox es “tirar el voto”.

Vox, el ‘voto útil’ en Burgos

“Habría que preguntarse”, señala el delfín de Santiago Abascal, “para qué ha servido el voto al PP, a Rajoy, en las últimas legislaturas, que prometió bajar los impuestos y la deuda pública y los subió, o derogar las leyes ideológicas de Zapatero que mantuvieron y que ahora tampoco tienen intención de derogar”.

A estas horas no se tiene noticia de lo que opinará al respecto de todo ello el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, del PP, pero según su socio Gallardo, PSOE y PP “quieren seguir con la doctrina anticuada y manoseada del voto útil”, cuando, afirma, el diputado número cuatro de la circunscripción de Burgos, en su opinión, es imposible para Feijóo, y, si no se vota a Vox, corresponderá al PSOE, de modo que insta a votar a Vox, que es “el único voto útil para sacar a Sánchez de la Moncloa y desterrar las políticas de izquierda”.

“Evitar el multiculturalismo”

La RAE define el “multiculturalismo” como “tendencia o movimiento en favor de la multiculturalidad”, y, a su vez, lo “multicultural” como “la convivencia de diversas culturas”, algo que a Gallardo, paladín de la patria única, parece no gustarle.

Nuestra única lealtad la guardamos con los españoles de la España leal”, no duda en afirmar, de modo que, “a pesar de la intoxicación de las encuestas y la demonización de los medios”, se muestra optimista con respecto a los resultados electorales, dado que “representamos a millones de españoles que quieren una España de fronteras seguras, evitar el multiculturalismo que está condenando a Francia a la inseguridad, y que se gobierne pensando únicamente en los intereses de los españoles, y no en las élites de Bruselas”.

Gallardo en las élites de Bruselas

Cabe recordar que Bruselas es esa ciudad en la que tiene su sede la Comisión Europea, a la que el propio Gallardo acude habitualmente para negar, en nombre de Castilla y León, el cambio climático, o para prometer, en campaña electoral, suavizar la normativa de los controles de la tuberculosis bovina, algo que después no puede cumplir.

Fue, también, gracias a esa ciudad de élites que Juan García-Gallardo pasó cinco días en Silicon Valley para participar en el European Innovation Day acompañado de la comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, además de otros 52 empresarios, rectores universitarios, inversores, actores de la innovación y responsables políticos de Europa. Ocasión que aprovechó, además, para demostrar que no sabía exactamente cuándo llegaron los españoles a América.

Otra vez Garoña

No podía faltar, tampoco, estando en Burgos, la referencia a la energía nuclear y la oposición de Vox al actual desmantelamiento de la Central Nuclear de Santa María de Garoña, paralizada desde 2013 y finiquitada por el PP en 2017.

Su desmantelamiento fue confirmado por la empresa titular, Nuclenor, en septiembre de 2022, desmintiendo la viabilidad de su reapertura, que había afirmado el propio Gallardo durante una visita a lo que queda de las instalaciones, y la presentación por parte de Vox de una Proposición No de Ley en las Cortes de Castilla y León que instaba al Gobierno de España a realizar el ‘estudio técnico’ al que en un principio se había comprometido el propio Gallardo.

A la vista de que la reapertura era más que difícil, y ante las numerosas críticas recibidas por el coste de ese supuesto estudio anunciado, Vox modificó a última hora su texto inicial para convertir el “instar a la Junta de Castilla y León a la realización de un estudio técnico valorando la viabilidad de la reapertura” en “instar a la Junta de Castilla y León a que inste al Gobierno de España”.

Ahora, volviendo con la burra al trigo, y de nuevo en campaña electoral -como con la tuberculosis bovina- Gallardo asegura que su Consejería de Industria y Empleo en la Junta de Castilla y León, en manos de su compañero de filas, Mariano Veganzones, organizará en octubre de este año el primer Congreso Internacional de Energía Nuclear en Burgos, “para facilitar el desarrollo económico, una factura de la luz más barata para familias y empresas, y la diversificación de la economía”.