El Ayuntamiento de Madrid ha sacado adelante este martes, gracias al voto favorable de Vox, Partido Popular y Ciudadanos, la reprobación del exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, por unas declaraciones que hizo éste criticando el “montaje policial, judicial y mediático” contra Isabel Serra por el desahucio en el que participó ésta en 2014 en el barrio de Lavapiés y que acabó, años después, con la dirigente morada inhabilitada para presentarse a cualquier proceso electoral.
Una propuesta presentada por la formación ultraderechista y a la que se han sumado populares y naranjas, mientras que el resto de la cámara madrileña (Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto) se ha posicionado en contra. En este sentido, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha cargado contra la "eterna hipocresía de la izquierda y su eterna superioridad moral", para pasar a acusarles de ser "especialistas en considerar que no es delito si quien lo comete es de su ideología".
Asimismo, antes de la votación, Almeida ya había adelantado que el PP apoyaría la reprobación de Iglesias “por insultar a la policía y, en concreto, a una policía municipal”. “Nosotros estamos del lado de la Policía Municipal. La izquierda está antes con Pablo Iglesias que con la Policía Municipal”, acusaba este lunes el primer edil.
MAR, sobre la Policía Local: “Son bastante chulos”
Sin embargo, pese a los argumentos esgrimidos por Almeida, lo cierto es que el PP madrileño no siempre ha estado del lado de la Policía. De sobra es conocida la surrealista escena que provocó la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre en abril de 2014, cuando decidió darse a la fuga para no ser multada por estacionar su coche en un carril bus -la dirigente popular tildaría tiempo después el acto de “machismo”-.
No obstante, varios años antes de este incidente de Aguirre, Miguel Ángel Rodríguez, actualmente jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, también protagonizó una sonada polémica contra la Policía Local de Madrid, llegando a calificarles de “chulos” y poniendo en duda su labor.
“Son bastante chulos y van vestidos de chulos. Además de para poner multas de aparcamiento, ¿para qué vale la Policía Municipal? Podrían estar entre jefes de discoteca y guardias urbanos. La Policía Local de Madrid no se puede soportar en ningún país europeo, ni siquiera se cuadran cuando hablan contigo”, dijo, en concreto, Rodríguez el 7 de mayo de 2009 durante un coloquio en la extinta Popular TV, junto a otros contertulios como el subinspector de Policía Alfredo Perdiguero o el cantante Ramoncín.
Tuvo que ir a juicio, aunque fue absuelto
Estas, y otras acusaciones, provocaron que varios sindicatos policiales -entre ellos UPM y el CPPM- le denunciaran por injurias, reclamaran una multa de 60.000 euros “en concepto de daños y perjuicios morales” y pidieron una pena de 18 meses de multa con una cuota diaria de 80 euros, con un día de arresto por cada dos cuotas no pagadas. Durante el juicio, Rodríguez, exsecretario de Estado de Comunicación bajo el Gobierno de José María Aznar, criticó la vestimenta de éstos asegurando que parecían “albano kosovares” y aseguró que “los policías locales de toda España se deben a los alcaldes de turno”.
Sin embargo, finalmente la justicia decidió absolver a Miguel Ángel Rodríguez, argumentando que no injurió como tal a la institución, aunque reconociendo que sus palabras fueron “injustas, desafortunadas y ofensivas”.
Un concejal de Más Madrid denuncia el “doble discurso” del Gobierno de Almeida
Unas palabras de Miguel Ángel Rodríguez que precisamente han vuelto a salir a la luz este martes durante el pleno del Ayuntamiento de Madrid, después de que Miguel Montejo, concejal de Más Madrid, haya afeado, “además de la hipocresía y el autoritarismo”, el “doble discurso” del Gobierno de Almeida: “¿Qué hacemos con las palabras del mismísimo director de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que dijo completamente en serio lo que Iglesias dijo como ironía?”.
Por último, MAR, preguntado por ElPlural.com sobre este episodio, se ha agarrado a la resolución final, rehusando hacer comentario alguno y solamente señalando que fue absuelto.
