El Pleno de este mes de abril en las Cortes de Castilla y León comenzó —y continuó— con sendas preguntas al presidente del Gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, en torno a la polémica Ley de Concordia, que deshará lo hecho por el decreto de Memoria Histórica aprobado por el anterior presidente del Partido Popular, Juan Vicente Herrera, y prohíbe publicar los nombres de víctimas y victimarios de la dictadura, algo que han denunciado investigadores e historiadores, puesto que, entienden, silencia el genocidio franquista.

Fue el líder socialista, Luis Tudanca, el primero en alzar la voz cuestionando a Mañueco acerca de si aprueba el cambio de la normativa, a lo que el presidente respondió afirmando que la Ley de Concordia “amplía derechos”, al tiempo que contraatacaba al Gobierno de España acusando de blanquear al terrorismo con la Ley de Amnistía.

“No, esa normativa no tiene más derechos, tiene más derechas”, replicó el secretario general del PSOE, afirmando que su vicepresidente, Juan García-Gallardo había respondido antes que él: “Ya le ha dicho esta mañana que cuidadito con echarse atrás”.

Tudanca exhibe una foto de Franco con el padre de Mañueco, que afirma que la Ley de Concordia “amplía derechos”

Los pecados de nuestros padres”

“Nadie es responsable de los pecados de nuestros padres, pero sí somos responsables de que no vuelvan a repetirse”, añadía Tudanca, exhibiendo una fotografía en blanco y negro de los años 70 en la que puede verse, junto a Franco, al padre de Mañueco, Marcelo Fernández Nieto, paseando en coche descapotable por la Plaza Mayor de Salamanca, ciudad de la que entonces era alcalde, además de miembro de las Cortes franquistas.

A la intervención de Tudanca en el turno de preguntas sobre el asunto sucedió la de Pablo Fernández, el único procurador de Unidas Podemos, que fue capaz de crispar los ánimos de Mañueco hasta el punto de intercambiarse todas las palabras gruesas que encontraron en su vocabulario.

Una ley de mierda”

“Asqueroso”, “vil” y “vomitivo” fueron algunos de los innumerables apelativos utilizados por el procurador de izquierdas, que se refirió a la propuesta de Ley de Concordia como “una ley de mierda y una puñetera basura”, además de calificar a Mañueco como “lo peor que puede ser una persona en política”.

El procurador de Podemos se mostró extremadamente crítico con el hecho de que las asociaciones memorialistas vayan a verse privadas de hacer su trabajo. “No es democracia”, dijo, “eliminar la participación de la sociedad civil organizada que lleva décadas haciendo una labor encomiable para que no queden en el olvido los crímenes y trapacerías de la dictadura franquista”.

Fernández recordó, además, al ahora presidente su resistencia a retirar de la Plaza Mayor de Salamanca “el medallón de la rata Franco” cuando él mismo fue, como su padre, alcalde de la ciudad y le acusó de estar cómodo gobernando con la ultraderecha puesto que “piensa y actúa como un franquista”.

Un opulento vertedero de odio”

Usted nos ha demostrado hoy claramente que es un opulento vertedero de odio”, y “un sectario a tiempo completo a quien le da alergia la convivencia”, respondió Mañueco, que insistió en que la ley que defienden PP y Vox “quiere ampliar, atender y proteger mejor a las víctimas durante más periodo”, no a los verdugos.

“Lo que queremos es favorecer la mutua comprensión y la convivencia pacífica, y siempre dentro de la Constitución Española que a usted tanta alergia le da”, concluyó.

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