La izquierda valenciana al completo considera que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, debe dimitir. Ahora bien, coinciden en la forma, pero discrepan con los tiempos. Mientras el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) considera que es el momento de centrarse única y exclusivamente en todo el trabajo que queda por hacer tras el paso de la DANA, Compromís cree que una cosa no está reñida con la otra. La comparecencia en la que Mazón iba a rendir cuentas sobre su gestión estaba prevista para este jueves . No obstante, un aviso meteorológico similar al de hace dos semanas la ha pospuesto al viernes.
Así se lo han hecho saber fuentes cercanas de ambas formaciones a ElPlural.com. Los socialistas dejan claro que “no desean que Carlos Mazón sea el President de la Generalitat”, pero que no es ahora cuando hay que abrirle la puerta. “No creemos que deba ser ahora, cuando todavía estamos buscando desaparecidos y existe una gran preocupación por la salubridad y los lodos en el alcantarillado”.
“No es el momento de exigir dimisiones que provocarían la paralización de la administración que tiene que trabajar a todas horas, con urgencia y emergencia y tomando decisiones”, apostillan. Sobre la crisis de Gobierno que este viernes se prevé que abra Mazón después de la gestión y la mala praxis -además de la poca empatía con las víctimas- antes y después del temporal, el PSPV indica que, tal y como están las cosas, “solo se puede esperar que el PP aproveche el pleno de Corts para construir una realidad paralela, llena de mentiras y datos falsos”.
Por su parte, Compromís se postula como el “único grupo que pedirá la dimisión” de Mazón y dice “no entender la posición” de los socialistas “solo para beneficiar comparativamente a Pedro Sánchez”. En lo que respecta al pleno, la izquierda a la izquierda del PSOE espera más o menos lo mismo que el otro partido de la oposición: “Excusas, balones fuera y echarle la culpa solo a la consellera y cargársela para salvarse él”.
“Nuestra línea de actuación pasará por “la exigencia de dimisión del presidente” dejando claro que el responsable del PP en la Comunitat “ha demostrado su negligencia y su incompetencia para gestionar esta crisis” y que “ha estado más pendiente de limpiar su imagen que de coordinar la ayuda necesaria”.
Mazón, hacia la crisis de Gobierno
El president de la Generalitat anunciaba a principios de esta semana que tanto él como su equipo están trabajando para “adecuar toda la estructura del Gobierno valenciano a las labores de reconstrucción de la DANA” y emplazaba al viernes para “empezar a hablar de política” y evitar “bulos e insinuaciones chocantes e incluso desagradables”. Las palabras de Mazón pueden llevar a especulaciones sobre quienes, en caso de que se depuren responsabilidades, se verían afectados.
En este caso, hay dos nombres que suenan con especial fuerza. Uno de ellos es el de Salomé Pradas, competente en Emergencias. Hasta la fecha, nadie sale a defenderla en público, y en privado los comentarios no son sino negativos. La responsabilidad recae principalmente encima de ella en lo que respecta a la actuación -mal y tarde- del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), del que es presidenta. Cabe destacar que ella misma reconocía desconocer que existía un sistema para avisar a la población de las Emergencias; el sistema Es-Alert.
En el conjunto de incongruencias que tienen que ver con la consellera aparecen también otros episodios polémicos. En lo que tiene que ver con el sistema de alertas, primero dijo que lo desconocía, después que lo conocía, más tarde que no estaba en los planes autonómicos de la Comunitat Valenciana… esto último a pesar de que la Generalitat lo había presentado públicamente en octubre de 2022 y lo activó en 2023.
Frente a lo mismo, defendió que no supo de la verdadera gravedad de lo que estaba ocurriendo hasta pasadas las 20:00 horas de la tarde del día en que se produjo la riada, tras una llamada del Secretario de Estado de Transición Ecológica desde Colombia. Sin embargo, conversaciones de la reunión del CECOPI le desmienten.
Si el aspecto puramente de gestión ha sido cuanto menos controvertido, no mucho mejor ha estado la Generalitat en el ámbito moral. En estas aparecería el nombre de Nuria Montes, foco de infinidad de críticas dada su actitud ante la peor tragedia de la historia reciente de Valencia y de nuestro país.
Las acusaciones obedecen al comportamiento de la política con Toñi, una mujer que perdió a su marido y su hija durante la DANA. Montes tardó una semana en ponerse en contacto con ella para ofrecerle el pésame, un hecho que desató la indignación tanto en la opinión pública como en las filas del partido. La persona damnificada, que llevaba 30 años trabajando como funcionaria, afeó que “una persona así no puede seguir en un puesto público”.