Alfonso Fernández Mañueco solamente encontrará el beneplácito en las filas del Partido Popular y de Vox en su investidura, programada para el próximo lunes tras varias semanas de expectación y de tensas negociaciones con la ultraderecha. El próximo lunes se constituirá por primera vez desde la Transición el primer gobierno con la ultraderecha en su seno en Castilla y León y también en España. Aunque lo hace con el rechazo de las demás formaciones del arco parlamentario de las Cortes castellanas y leonesas.

La Mesa de las Cortes, después de la consulta a la Junta de Portavoces, aprobó el pasado jueves el pleno que comenzará a las 12:00 horas del lunes con la intervención sin límite de Fernández Mañueco, que expondrá su programa de gobierno para solicitar la confianza de las Cortes. Después, la sesión se suspenderá hasta las 4 de la tarde, cuando intervendrán todos los grupos parlamentarios. Los mismos que han asegurado que votarán en contra de la investidura del popular.

El líder de la oposición, el socialista Luis Tudanca, ha asegurado que el pacto entre PP y Vox “avergüenza a toda Europa” y ve “preocupante el precio” que pagará Mañueco a Vox para “seguir en el poder”. “El nuevo Gobierno autonómico empezará su andadura avergonzando a Castilla y León ante toda España y ante toda Europa por haber abierto las puertas a la extrema derecha”, ha recriminado, añadiendo que el principal objetivo de Vox es “atacar y acabar con los derechos de las mujeres en Castilla y León”.

Luis Mariano Santos, de UPL, en declaraciones a ElPlural.com, también ha lamentado el precio que supone el pacto con la ultraderecha. “Como ya habíamos advertido, se confirma el ataque a derechos ya adquiridos después de luchar durante muchos años”, ha asegurado en relación al acuerdo sobre la ley de violencia intrafamiliar y la decisión de cambiar el decreto de Memoria Histórica.

“No podemos aceptar que alguien minimice y ataque el consenso social alcanzado para hacer frente a la lacra de la violencia de género, nos tendrán enfrente si quieren invisibilizar un problema tan grave como ese. Tampoco permitiremos que intenten provocar movimientos de revisionismo histórico utilizando falacias como la concordia. La historia es la que es y para no repetir los errores históricos debemos no falsear la misma y reconocer la realidad para hacer justicia a todas aquellas personas que han visto en la ley de memoria histórica una posibilidad cierta de reparar mínimamente los peores episodios del país”, ha añadido.

Por su parte, el portavoz de Soria ¡Ya! Carlos Vallejo reprocha los más de cien días que la comunidad ha estado con un gobierno en funciones y lamenta que haya que retomar debates tan innecesarios en temas que tuvieron un gran consenso en su momento. “Se trata de un acuerdo tardío que se debe a un debate por cuotas de poder, cuando la comunidad tiene problemas muy graves que resolver, como la despoblación”, expresa Vallejo en declaraciones a este medio. “Tienen que ponerse a trabajar en los problemas que tiene esta comunidad y no que sus principales reivindicaciones sean temas que están ampliamente superados, como es el tema de la violencia de género y la ley de Memoria Histórica, que ya fueron aprobadas por las Cortes de Castilla y León con una amplia mayoría”, añade.

“Vox no cumple los estándares democráticos”

El líder de Unidas Podemos, Pablo Fernández, ha sido todavía más duro con el pacto en la comunidad. “Si la ultraderecha pudiera ilegalizaría algún partido de los que están en el Grupo Mixto y que si por ellos fuera fusilarían a algunos de los integrantes del grupo”, pronunció en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta de portavoces, añadiendo que “el PP se ha convertido en el corderito de Norit de Abascal en Castilla y León”. “Vox tiene un programa político abiertamente homófobo, racista y machista. Es un partido que no cumple los estándares democráticos. Pero es un partido al que ha votado la gente en España y yo sí respeto las reglas del juego democrático”, sentenciaba.

Finalmente, Francisco Igea, a quien Mañueco dejó tirado tras la ruptura del acuerdo de coalición que tenían en la comunidad, también ha criticado “la opacidad” del pacto suscrito por PP y Vox, que ha tardado en materializarse casi un mes. Además, se ha referido al vicepresidente, Juan García-Gallardo, como “gobernador de la ínsula de Barataria”, en referencia a uno de los lugares imaginarios que Miguel de Cervantes citó en Don Quijote.

Del mismo modo, ha expresado que confía en que Mañueco explique en la sesión de investidura “el precio que se ha pagado en la limitación de derechos y libertades”, ya que considera “muy preocupante” lo que ha transcendido en los últimos días en materia de violencia de género y memoria histórica.