El Partido Popular sí ha pescado en Ciudadanos y no, no es Begoña Villacís. Al contrario de lo que le ha ocurrido a la vicealcaldesa, Ruth Merino sí ha encontrado acomodo entre el elenco conservador. La que fuera portavoz de los liberales en Les Corts valencianas anunció el pasado 12 de enero, antes de la VI Asamblea General del partido, su dimisión y su baja como militante naranja. Un movimiento que allanó su camino hacia el PP de Carlos Mazón, que ha anunciado este lunes su integración en el equipo económico del presidente de la sucursal popular en la Comunitat Valenciana de cara al 28 de mayo.

Este mismo jueves, el presidente del PPCV, Carlos Mazón, ha anunciado el fichaje de Ruth Merino a bombo y platillo. Lo ha hecho en una rueda de prensa a la que ha asistido la propia ex dirigente del partido liberal, junto a la secretaria general de los conservadores en la región, María José Catalá. Mazón ha dado a conocer a los integrantes de su nuevo equipo económico, donde han encajado a la exportavoz de Ciudadanos, que empezará a trabajar en medidas de “aplicación inmediata” para cuando, según ha trasladado, llegue el “cambio” a la Comunitat Valenciana.

Mazón ha resaltado la “marcadísima sensibilidad social” de Merino, su perfil puramente “liberal” y su “extraordinaria preparación y formación”, aduciendo que es “todo un lujo” contar con una figura de estas características. Asimismo, ha agradecido el “paso” que ha dado al demostrar que el proyecto del Partido Popular en Valencia es “abierto, centrado, de marcado carácter social desde el rigor”, además de contar con la “ambición” que necesita la autonomía.

El adiós de Merino

Hasta hace escasas fechas, Ruth Merino engrosaba las filas de un Ciudadanos en absoluta decadencia. Hasta que el pasado 12 de enero la síndica liberal en Les Corts anunció su dimisión y su renuncia al acta de diputada en la Cámara autonómica. La ex liberal se despidió entre lágrimas, con “mucha tristeza e impotencia” al entender que la refundación de la fuerza centrista no cambiaría ni un ápice el sendero que había adquirido en los últimos tiempos.

Merino trasladó que carecía de las fuerzas suficientes como para dar la batalla en las primarias de la formación y encabezar la lista a la Generalitat. La exportavoz dio por sentado que el proceso de refundación no trastocaría la tónica habitual de la Ejecutiva Permanente, dando a entender que tanto Adrián Vázquez y Patricia Guasp como Edmundo Bal suponían una opción continuista. Asimismo, reprochó a la cúpula del partido que no tuvieran en cuenta a su grupo en la toma de decisión en el plano nacional.

En aquel momento juró y perjuró que no contaba con “ninguna oferta de nadie”, sino que se marchaba “plenamente convencida” de los motivos que le condujeron a esa decisión. No obstante, sí admitió que se produjeron “conversaciones informales” con otras fuerzas políticas, pero sin traspasar la frontera del formalismo. Incluso descartó un regreso futuro a la política, indicando que volvería a su puesto en la Agencia Tributaria.