Los acuerdos empiezan a caer uno tras otro. Minutos después de que Vox y el PP hayan notificado su acuerdo en la Comunidad Valenciana, la noticia ha llegado desde el norte de España. Concretamente, ha sido en Cantabria donde los populares han logrado un principio de acuerdo con el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) para gobernar en Cantabria. Con el apoyo de los de Miguel Ángel Revilla, María José Sáenz de Buruaga sería investida presidenta sin necesidad de contar con los escaños de Vox. 

En estos términos, el acuerdo de investidura se cerraría "en los próximos días" cuando se resuelvan unos "pequeños flecos" aún pendientes. Este avance en las negociaciones se ha producido después de que el PRC haya eliminado un bloque de condiciones incluidas en el documento borrador aprobado por la Ejecutiva del partido el pasado jueves.

Concretamente, se trata del sexto bloque incluido en la propuesta regionalista en la que se trataban un conjunto de políticas concretas "para garantizar el crecimiento, el empleo, las prestaciones sociales y los servicios básicos de calidad" y que el PP rechazó en su momento porque entendía que eran cuestiones "de Gobierno" y no para una investidura.

En palabras de la vicesecretaria de Organización de la formación de Revilla, Paula Fernández, ante los medios de comunicación este martes, ha precisado que sí le ha “sorprendido” que los populares no hayan aceptado previamente este bloque de medidas cuando “muchas” de las políticas que llevan en la agenda “son coincidentes”.

Entre otras peticiones destacables, se incluía la solución, en el plazo de un año, del problema de listas de espera en la sanidad pública, además de la dotación de plazas en hospitales y centros sanitarios. También rezaban en el paquete de propuestas la agilización del reconocimiento de prestaciones por dependencia, eliminar el impuesto de patrimonio y continuar con la ampliación del Parque Científico y Tecnológico (PCTCAN).

Una de las líneas rojas que sí marcó el partido de Revilla tras los resultados de las elecciones del 28 de mayo es Vox y que, bajo ningún concepto, formen parte del gobierno autonómico, aunque no se habrían opuesto a “acuerdos puntuales” entre la extrema derecha y el PP a lo largo de la legislatura.

Las demandas del PRC también se entienden dentro del mantenimiento de los avances consolidados durante el longevo mandato de Revilla en la región y que son claves para el desarrollo de Cantabria. Así, desde otra perspectiva, del “blindaje a los ayuntamientos con independencia de su color político”, lo que llevaría intrínseco el mantenimiento del Fondo de Cooperación Municipal y el Plan de Obras.

 "Nosotros no nos vamos a mover un ápice de los puntos fundamentales para llegar a un acuerdo", ha insistido Fernández en relación con la postura del PP ante estas demandas, añadiendo que ahora todo queda en manos de ambos partidos para tratar de ver cómo se refleja todo en el documento definitivo de acuerdo.

El PP insiste en que no sería un acuerdo de legislatura

En cuanto a la postura adoptada hasta el momento por los populares, su secretaria general, María José González Revuelta, ha recordado las reuniones previas mantenidas entre Revilla y Buruaga para llegar a este punto: “Un acuerdo puntual de investidura, no de legislatura”, ha insistido, dejando en claro que la intención de Buruaga sigue siendo gobernar en solitario contando con el apoyo en la Cámara regional del PRC.

Este planteamiento inicial se vertebraba en tres ejes indiscutibles: la continuación de los proyectos en marcha; "gobernar para todos" y mantener las "reivindicaciones al Estado en materia de infraestructuras" y también otras como la salida del lobo del LESPRE. González Revuelta también ha precisado que, durante las conversaciones, no se ha barajado en ningún instante sobre la mesa cuestiones relativas a los cargos.

El fin de la era Revilla

El dirigente cántabro fue uno de los primeros líderes autonómicos en comparecer ante la prensa en la noche electoral del 28M, en vistas de los malos resultados que suponían para su partido y que ya apuntaban a que no revalidaría el cargo.

Al entrar en valoraciones sobre la caída de apoyos del PRC, Revilla señaló a la “marea” de la derecha en la región, que ha crecido en los últimos tiempos. Motivo que también trasladó al ámbito nacional, calificándolo como un “preludio” de lo que podría pasar en los comicios generales del próximo 23 de julio.

También reconoció que el caso de corrupción en el Servicio de Carreteras autonómicas estallado dos meses antes de las elecciones también fue determinante a la hora de acudir a las urnas, aunque no haya "ningún miembro del Gobierno implicado"; o que ante el vaticinio de que iba a ganar la derecha se dio una "bipolarización hacia el voto útil".  Pese a los resultados, Revilla celebró que el PRC tendrá "muchísimos alcaldes" y dijo sentirse "absolutamente tranquilo porque ya lo intuía".