La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha anunciado que el gobierno autonómico de Partido Popular y Ciudadanos quiere trasladar al Consejo Interterritorial del Sistema de Salud la recuperación del toque de queda entre la una y las seis de la madrugada para frenar la tendencia al alza de contagios por coronavirus, sobre todo entre los jóvenes de 15 a 29 años.

Esta medida, que el ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, ha descartado con un rotundo “no”, contrasta con el empeño del Ejecutivo autonómico de seguir con el calendario establecido para la vacunación y no adelantar la inoculación entre los menores de 30 años, como ya se ha implantado en varias comunidades autónomas ante el notable repunte de contagios en esta franja de edad.

“Me preocupan no solo los jóvenes, porque el virus va a por ellos, ya que se mueven mucho y tienen gran contacto social, sino también sus padres, que en algunos casos no han completado la vacunación. Pido a todos que cuando haya aglomeraciones se pongan la mascarilla, aunque estén en la calle”, ha dicho Casado en rueda de prensa este martes.

El toque de queda no es la única medida que han valorado en la Junta de Castilla y León, ya que estudian el cierre del ocio nocturno o fórmulas pactadas con los alcaldes y la Federación de Municipios que sirvan para evitar las celebraciones y eventos públicos que conlleven grandes aglomeraciones de personas.

Mientras, el Gobierno autonómico mantiene la planificación inicial de vacunación por tramos de edad, con la que está centrada principalmente en los grupos de 40 a 49 años, prevé vacunar a los de 30 a 39 años en la segunda quincena de julio y quiere preparar el sistema de autocita para los menores de 30 años para agosto.

En cuanto a los escolares, que serán los últimos en vacunarse, esperan inocularlos antes de que empiece el curso escolar, a finales de agosto o principios de septiembre. Además, en la comunidad han aprobado el adelanto de la segunda dosis de la vacunación con AstraZeneca a 10 semanas tras la irrupción de la variante delta.