Más de un centenar de trabajadoras de la cadena logística C&A de Guadalajara están en huelga. En su mayoría son mujeres y madres que han decidido poner pie en pared ante las condiciones en las que, denuncian, operan dentro de la compañía.
Casi un lustro en una situación "insostenible"
El pasado jueves, de un total de 140 personas, únicamente diez han acudido a su puesto de trabajo, lo que supone la casi unanimidad del apoyo en una protesta que se antoja clave por los derechos laborales de quienes la apoyan. Y es que la situación, lejos de ser nueva, lleva cerca de un lustro produciéndose. "Es insostenible", lamentan voces de dentro.
Quizá sean más, pero, con toda seguridad, cuatro años, tal y como explican a ElPlural.com fuentes de la huelga, que también afean que las trabajadoras son las que perciben un salario menor de todas las que cada día se desplazan al polígono de la ciudad castellanomanchega, donde ellas y compañeros y compañeras de decenas de empresa -aunque cada vez menos por la situación de la ciudad que sufre la suerte de otras de la periferia de Madrid en cuanto a pérdida de mano de obra se refiere- acuden para cumplir con su jornada de trabajo.
El tiempo exacto que la situación lleva siendo poco menos que límite es, por lo menos, el expuesto expuesto en estas líneas, dado que es desde entonces cuando Comisiones Obreras (CCOO) se sitúa al frente del Comité. Y desde entonces denuncian las condiciones laborales, aunque sin el éxito esperado por el momento. Hasta ahora, cuando han decidido ir un paso más allá. O eso esperan, pues de lo contrario una movilización que está pensada también para el este viernes se podría extender hasta que fuera necesario. “Se convertirá en carácter indefinido si la empresa no se sienta a negociar, porque no es que no acepten acuerdos, es que ni siquiera se sientan a hablar”, dejan claro participantes en conversaciones con este medio de comunicación.
Varios frentes abiertos
A nadie le gusta ir a huelga por los efectos que esto conlleva a varios niveles, pero el sindicato y las trabajadoras evidencian que lo han intentado todo. “Llevamos cuatro años tratando de negociar mejoras económicas y laborales, pero en ningún momento la compañía se ha querido sentar a negociar nada. Todo lo contrario, siempre han intentado ningunear a las trabajadoras, quitándoles derechos días tras días (…) De verdad que lo hemos intentado todo en los últimos meses, pero siempre hemos obtenido la negativa como respuesta”, señalan desde el otro lado del teléfono, a apenas una hora desde donde se redacta esta noticia.
Los frentes que se mantienen abiertos son mínimo cuatro o cinco). Pero, por partes, la parte sindical y laboral piden, en primer lugar, el cambio de convenio en tanto en cuanto lo que hace la firma logística no es ilegal, pero “tampoco lo que realmente correspondería”, pues “está muy por debajo del convenio de logística”.
En detalle, les ampara el convenio de grandes almacenes. “Como el cliente y las tiendas son propias, por coste les sale mejor incluir a las trabajadores en este convenio (…)”. Así, como en toda negociación la parte declarada en huelga es consciente también de que hablar pasa por aceptar por las dos partes. “Aunque no podamos llegar al convenio qué queremos, sí nos gustaría que algunas situaciones se regularan”, dicen mostrando su intención negociadora. En concreto, apuntan que actualmente hay un 40% de la plantilla que tiene contrato de jornada parcial, y solicitan a la patronal que se normalice su situación: “Hasta ahora juegan con la disponibilidad del temporal. Queremos más contratos a 40 horas, de relevo en el caso de la gente más mayor, etc”.
Entre otras de las demandas se encuentra la formalmente conocida como hora del bocadillo que, hasta ahora, no figura como efectivo a las operarias que entraron después de marzo de 2021. “Exigimos que se haga efectivo al conjunto de la plantilla”, dicen sin paños calientes porque creen que “jurídicamente puede tener recorrido”.
Por supuesto, el aumento de salario es una de las puntas de lanza principales, sino la más importantes, habida cuenta de la diferencia de sueldos entre lo que cobran estas trabajadores y compañeros de otras marcas. Pero queda un último aliciente que les motiva a la huelga y, sobre todo, a pensar que no será en vano: el cambio en la medición de la productividad. “Llevamos desde julio de 2023 sin cobrarla”; lamentan.
Y a más a más, se refieren, entre más cuestiones, al calendario anual: “Ellos lo hacen sin acuerdo con nadie, poniendo sábados y festivos de forma gratuita. Abren un sábado o un festivo y cierran un miércoles que pronostican que la productividad va a ser baja (…) Pedimos que se paguen las horas extra o exista algún tipo de beneficio para la parte trabajadora”.
Para encontrar resultados en la huelga siempre hace falta tiempo, pero desde luego lo que dejan claro las voces que han hablado para este periódico es que no tienen miedo. Que hoy viernes volverán a repetir la postal y que, de ser necesario, la alargarán en el tiempo. Quién sabe si los Reyes Magos les devuelven la carta en forma de mejoras laborales.
C&A es una cadena internacional de negocios de ropa con origen en Países Bajos. Fundada en 1841 por los hermanos Clemens y August Brenninkmeijer, actualmente encuentra tiendas fisicas en varios puntos del mapa nacional e internacional.