Hay dos preguntas a las que María Marín nunca va a poder dar respuesta, pero que, sin embargo, siguen, seis años después de haber sido diagnosticada de un cáncer de mama, dando vueltas en su cabeza. La primera de ellas, ¿cuál habría sido el desenlace, si después de cuatro meses sin conocer los resultados de su biopsia no hubiera ido a reclamarlos? Probablemente, estaría muerta. La segunda, ¿cómo habría cambiado el discurrir de los acontecimientos si los resultados hubieran llegado a tiempo? Tal vez todavía podría conservar el seno y los 16 ganglios que le extirparon. 

Esta diputada de Podemos de la Región de Murcia decidió alzar la voz tras el escándalo de las mamografías de Andalucía. Hizo público lo que ella misma había vivido e invitó a todas aquellas mujeres que hubieran pasado por algo similar a movilizarse. 

Desde entonces han contactado con ella varias afectadas, pero "en esta comunidad sigue habiendo un miedo atávico a hablar, a contar cuestiones personales", confiesa a ELPLURAL.COM Marín, que apunta que su intención es que el cambie el sistema para que nunca más le vuelva a ocurrir a otra mujer. 

La también portavoz del grupo mixto en la Asamblea murciana pone el foco en el "sistema privatizador de servicios concertados, que tanto daño está causando" en esta comunidad autónoma. "Lo estamos viendo, no nos lo inventamos", subraya, insistiendo en que hay un desvío sistemático de dinero público hacia centros concertados, donde "no parece que luego nadie controle la calidad de las pruebas o los resultados".

Marín recuerda además que muchos de estos contratos se hacen "a dedo", tal y como ha confirmado "el Tribunal de Cuentas de la Región de Murcia". "Son contratos, incluso, que no han pasado por el sistema de exposición pública, como exige la Ley de Contrato del Sector Público y que acaban en manos de gente afín o amiguetes", apunta. 

En los últimos días, y a raíz de lo sucedido en la comunidad andaluza, se ha cifrado en aproximadamente 1.500 el número de mujeres que están esperando una mamografía en esta comunidad autónoma. Asimismo, desde la sección de Sanidad de UGT se ha alertado de que el servicio de cribado de cáncer de mama de Yecla está al borde del colapso, pues en el hospital Virgen del Castillo hay solo un técnico sanitario que realiza más de 50 mamografías al día, lo que puede dar lugar a errores en los resultados. "¿Cómo se puede hacer un informe detallado de medio centenar de mamografías diarias? se pregunta esta diputada de la formación morada, que asegura que "muchos cánceres no se verán, porque no da tiempo, es normal".

Lo sucedido en Andalucía le ha hecho revivir de nuevo a María Marín su historia, que fue "dantesca". "Si no llega a ser por mi empeño de ir a atención al paciente a que me dieran mi resultado, yo estoy segurísima de que hoy no lo estaría contando", explica, incidiendo en que "es muy grave lo que está pasando". Después de pasar por quirófano, someterse a quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia, todavía le quedan por delante cuatro años de tratamiento hormonal que le recuerdan aquel fatídico día en el recibió el diagnóstico de la peor de las maneras, pues en un primer momento los resultados de la biopsia ni tan siquiera figuraban en el sistema. Qué ocurrió sigue siendo un misterio. Desconoce si no estaba hecha la biopsia, si no se volcó en el programa. Nunca obtuvo aclaración de aquello, solo un escrito con el resultado que le cambiaría la vida: carcinoma intralobulillar infiltrativo, es decir, "un cáncer de mama, y de los malos". 

No se cansa de agradecer a los profesionales sanitarios su trabajo y no tiene más que elogios para el servicio de oncología de Santa Lucia, que le atendió, pues el problema no son ellos, sino la gestión, y una política de privatización que está creando un "agujero negro tremendo" en las cuentas regionales. Esta diputada advierte de que cada año se presupuestan entre 400 y 500 millones de euros menos de lo que luego se gastan. De forma anual "se pierden un montón de millones en servicios concertados, que, insisto, según el propio Tribunal de Cuentas no son necesarios, porque la sanidad pública los puede cubrir", zanja. 

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio