La situación en el Colegio de Arquitectos de la Comunidad de Madrid (COAM) está en plena ebullición mientras se decide el futuro de Sigfrido Herráez, último decano y que actualmente, en el momento de redacción de estas líneas, tiene prohibido presentarse a la reelección por no cumplir con los estatutos.

Más allá de esta cuestión, sobre la que ElPlural.com ha preguntado al propio Herráez y a la persona de la otra candidatura (Nexo COAM), Jesús San Vicente, sobre el primero existe cierta polémica añadida por su pasado en el Partido Popular y sus declaraciones y actos políticos para un puesto que, dicen sus detractores, debería escapar a cualquier posición en este sentido.

Lejos de eso, en la actualidad Herráez se ha postulado, por ejemplo, en contra de la amnistía para los condenados por el procès, y a nivel autonómico en favor de muchos de los proyectos planteados o llevados a cabo por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida.

Por enumerar algunas de las ideas que Herráez ha respaldado en los últimos años se encuentran la del Campus de la Justicia, a la que hace apenas unos días la administradora de Sol daba luz verde, retomando de esta manera algo que en época de Esperanza Aguirre terminó con algunos de los miembros de su Ejecutivo sentados en el banquillo.

Pero a ella se suman otras iniciativas que la derecha ha puesto sobre la mesa en la capital y que tampoco han quedado exentas de polémica. La más reseñable sea, seguramente, el llamado Plan Vive que, en la teoría, buscaba que los jóvenes tuvieran más facilidades para comenzar a emanciparse de sus padres, pero que en la práctica favorece a inquilinos pudientes.

Y a estas dos se pueden añadir el Palacio de Congresos de Pozuelo, el concurso del Dos de Mayo, el de la EMT a orillas de Madrid Río o, sin nombre propio, las cerca de cien edificios municipales que se han levantado en la presente legislatura y que tampoco se han enfrentado a concurso alguno.

Un pasado de 15 años en el PP

Retrocediendo un poco en el tiempo, el decano nunca ha ocultado su carrera como miembro del PP. Es suficiente con echar un vistazo rápido a su CV, donde están apuntados algunos de los puestos que desempeñó entre la década de los 90 y 2005 bajo la batuta conservadora.

Así las cosas, Herráez ha ejercido como concejal del grupo Popular en Cibeles, Concejal Presidente de las Juntas Municipales de Distrito, concejal del área de Régimen Interior y Personal, concejal de Movilidad Urbana, concejal de Vivienda y Rehabilitación Urbana o como Presidente de la Empresa Municipal de Vivienda.

También acumula alguna que otra polémica durante los más de diez años que estuvo en el Ayuntamiento en lo que se refiere a actuaciones que no escapan de la controversia, como que la Empresa Municipal de Vivienda (EMV) adjudicó en 2004 un contrato valor de 153.000 euros a una compañía de Francisco Correa, Special Events; una situación que el propio Alberto Ruiz Gallardón, por aquel entonces alcalde de la ciudad, tachó de “manipulación injustificada”.

Ya una vez abandona la política, más concretamente, el Ayuntamiento de Madrid, el protagonista de estas líneas ficha como vicepresidente de una constructora, lo que provocó la crítica de todos los grupos políticos del momento, incluido el PP. Sin embargo, el partido primero señaló que no había nada punible en el movimiento y después su mujer consiguió la adjudicación de un hospital en Vallecas que sufragaba la región.

Preguntado por su pertenencia al PP en el pasado y su empatía con la formación en el presente, Herráez se defiende en declaraciones a ElPlural.com resolviendo que “la ideología política de cada persona es muy discutida” a la vez que “hay otros candidatos claramente significados con otros partidos”. “No veo el problema (…) en su día hubo un muy significado con Manuela Carmena”, expresa.

La polémica más presente

Con todo, la polémica más presente no se refiere tanto -o no solo- al vínculo que esta persona guarda con la formación que a nivel nacional lidera Alberto Núñez Feijóo como a la imposibilidad, según su contrincante, de volver a presentarse porque, se ampara en los estatutos, ya ha cumplido dos mandatos.

“Disfrutó de una primera legislatura de aproximadamente año y medio y después de otra de tres. Una persona no puede estar permanentemente en el decanato más de dos legislaturas consecutivas y la primera, por tiempo, cuenta como un mandato completo”, relata a este periódico.

Una cuestión que Herráez responde de la siguiente manera: “Un año y medio más tres no suman seis, que serían necesarios para cumplir dos mandatos". El asunto se mantiene en los tribunales, tal y como han actualizado las partes a este medio de comunicación.

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