El debate de la sanidad pública ha vuelto a copar el debate de la Asamblea de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso ha sido de nuevo cercada por las críticas de la oposición, especialmente de los partidos de la bancada de la izquierda. La decisión del Gobierno madrileño de prohibir los carteles o las recogidas de firmas en los centros de salud ha centrado los reproches de la portavoz de Más Madrid, Mónica García, quien ha reivindicado la lucha por el sistema sanitario publico de calidad a pesar de los "insultos" y los ataques de la lideresa. "Por cada cartel que arranque van a aparecer otros en calles, centros y balcones", ha sostenido.

Ayuso, cercada por sanidad

Este nuevo pleno en la Cámara regional, en último del mes de febrero, ha vuelto a ser el escenario de contundentes embestidas de la izquierda contra la lideresa por sus políticas sanitarias, que han llevado a miles de personas a manifestarse el pasado domingo en las calles de Madrid por el "desmantelamiento" del sistema público. Esto ha llevado a la oposición a recordar la gran acogida de la protesta mientras el Gobierno madrileño ha vuelto a amenazas a los médicos en huelga por poner carteles, pancartas o recoger firmas en los centros de salud. "Se le está poniendo cara de bolchevique", ha respondido el secretario general del PSOE, Juan Lobato, en su intervención.

Por su parte, la portavoz de Más Madrid, Mónica García, ha pronunciado una reivindicación en defensa de la sanidad pública que ha resonado en el hemiciclo madrileño en contra de la decisión de la Consejería que dirige Enrique Ruiz Escudero para controlar la jornada laboral de los profesionales. "¿Cuál es el cartel que le molesta? ¿El de no hay médico, pediatra, citas o el centro de salud que prometieron hace años?", ha cuestionado la dirigente, que ha sostenido que "por cada uno que arranque van a aparecer otros en calles, centros y balcones" y no van a cejar en el empeño de "defender las anidad a pesar del orgullo" de la presidenta popular.

"No tiene corazón"

Así, tras preguntar por si el Ejecutivo "está haciendo todo lo que está en su mano para mejorar la educación" y criticar la "tremenza chapuza" tanto en este ámbito como en la sanidad, García ha acusado a la Administración de Ayuso de "no sentir nada" y "no tener corazón" ya que "han abandonado el corazón del sistema nacional" que es el sistema educativo y el sanitario. "Va a pasar a la historia por ser la única presidenta que ha sacado a la calle a un millón de personas por su chapuza sanitaria y en contra de su gobierno", ha sostenido la portavoz entre los aplausos de todo su grupo parlamentario y antes de criticar la nueva amenaza de Ayuso contra el personal sanitario.

Por cada cartel que arranque va a salir otro

"Es el corazón de nuestro sistema de bienestar, que lo han levantado todos los madrileños sobre el sudor de nuestros padres y abuelos, que han puesto el cuerpo para que sus hijos y nietos tengan una vida mejor", ha manifestado para después acusar a Ayuso de haber "tratado de robarnos nuestro mayor tesoro". Por su parte, la lideresa ha tomado el guante y ha asegurado que la sanidad la ha levantado "25 años del Gobierno del Partido Popular" antes de insistir en que únicamente hay "34 huelgistas" secundando los paros de Atención Primaria. 

Ayuso insiste en la politización

Según Ayuso, los ciudadanos le trasladan en la calle "lo contrario" que lo que miles de personas manifestaron el pasado domingo, es decir, "la calidad excelente de la sanidad de Madrid", al tiempo que ha justificado las prohibiciones de este miércoles. Portando varias fotografías de algunas pancartas en los centros de salud (como ya hizo en el último pleno asambleario), la presidenta ha asegurado que esa imagen es "asquerosa" y "hay que acabar con ello" en pos de la calidad de atención para los usuarios. 

"Los pacientes no tienen por qué aguantar sus reivindicaciones sindicales ensuciándolo todo. Hay que respetar el horario de atención al paciente y las labores sindicales donde y cuando toca", ha sostenido para acusar a los médicos y la izquierda de "manipular a los pacientes", los cuales "tienen derecho a ser tratados en un espacio público limpio y con decoro". "No se pueden secuestrar los espacios de todos para sus intereses partidistas", ha sostenido la lideresa, que ha sido cercada una vez más por sus políticas privatizadoras del sistema sanitario madrileño.