Urbaser, empresa de limpieza que opera en Madrid, estaba en el punto de mira por arrojar vertidos ilegales de agua negra en la ciudad, lo que ha derivado en amenazas por parte de la compañía a trabajadores. Sin embargo, los empleados aseguraban que lo hacía por órdenes de arriba y que tenían el visto bueno de los cargos superiores.

Así lo demuestran mensajes a los que ha accedido elDiario.es sobre un modus operandi que tenía lugar en un cantón de limpieza de Las Tablas. En concreto, conversaciones telefónicas entre el delegado de la firma David Lao y una capataz, a la que Urbaser ha abierto otro expediente sancionador con amenaza de suspensión de empleo y sueldo entre 12 y 60 días e incluso de despido.

En estos mensajes, antes de que se produjera la trascendencia mediática del caso, la empleada trasladaba de manera puntual al cargo de la empresa las distintas acciones que se estaban llevando a cabo en estos espacios, adjudicando imágenes de las mismas.

El Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida ha adjudicado dos contratos millonarios de limpieza a la empresa, que mantiene a su vez tres expedientes sancionadores por actuar de forma “inexplicable”.Motu propio y de manera inexplicable”, destacaba la notificación de sanción llegada a dos empleados. “No disponían de instrucción alguna emitida por la empresa”, añadía. Sin embargo, al menos algunos responsables sí habrían estado al tanto.

Ecologistas en Acción y los sindicatos denuncian los hechos

Ecologistas en Acción advertía en un comunicado de “un impacto al medio ambiente y a la salud de los trabajadores que requiere una intervención urgente por parte de Canal de Isabel II y el Ayuntamiento de Madrid, ya que afecta a sus instalaciones”.

El texto rezaba que “la carga contaminante estará llegando a la estación regeneradora de aguas residuales de Valdebebas, alternado su normal funcionamiento e incrementando el riesgo de contaminación directa del río del Jarama”. “Especialmente”, destacaba, “si existen tormentas con intensa precipitación en poco tiempo y el agua del alcantarillado no puede ser retenida por los tanques de tormentas con intensa precipitación en poco tiempo y el agua del alcantarillado no puede ser retenida por los tanques de tormenta y se vierte directamente al río”.

La entidad asevera que “se trata de un delito ambiental que afecta directamente al adecuado funcionamiento del alcantarillado y depuración del Canal Isabel II y el Ayuntamiento”. El Consistorio no arroja información, mientras que Urbaser se limitaba el pasado mes de agosto, a indicar que “actualmente la investigación interna sigue en curso y, por ende, aún no se han adoptado medidas de índole laboral, aunque sí obras de refuerzo de control y supervisiones de las operaciones”, como destaca el medio señalado. En este momento, la compañía preferiría mantenerse al margen de hacer declaraciones públicas.

El sindicato UGT también presentó un escrito, en su caso adjudicando que “no hay ninguna evidencia para atribuir la responsabilidad de este incidente a estos trabajadores en concreto”. Y preguntaba: “¿Cómo es posible que sucedan hechos como los descritos en su relato en un cantón donde continuamente están entrando y saliendo trabajadores, incluidos mandos intermedios, y nadie se percate de lo que hacen dos trabajadores abriendo una arqueta que nadie debía abrir según su versión?”.

Y no es el único sindicato que se ha pronunciado en estos términos. Comisiones de Bases enviaba asimismo una carta al consejero Borja Carabante, donde señalaba que “las denuncias de Ecologistas en Acción contra Urbaser por vertidos ilegales al alcantarillado y por acumular residuos de barredoras en el cantón de la Isla de Arosa demuestran una falta total de control y supervisión municipal”. Este sindicato no duda en hablar de una “mala y grave gestión”.

El agente social alude a otras cuestiones de la firma, como la falta de recursos o una mala planificación; y apunta a la anterior compañía, con la que defienden que el trabajo era más eficiente y las condiciones laborales mejores a pesar de disponer de menos medios. También señala a Montecarmelo, lugar del polémico cantón de limpieza contra el que todos los grupos del Consistorio, incluso Vox, se opusieron, que también gestiona Urbaser.

Dos contratos millonarios

La firma de limpieza recibió un contrato para la limpieza de residuos correspondiente al distrito Fuencarral-El Pardo en 2021. Obtuvo dos de los seis lotes; uno por casi 270 millones de euros y otro por 233,5 millones.

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