El inventario de drones de la Policía Municipal de Madrid asciende a 34 aparatos valorados en unos dos millones de euros. Según documentos oficiales y respuestas remitidas al grupo municipal Más Madrid han asegurado que los drones más caros han dejado de estar operativos cuando estaban casi nuevos porque se quedaron obsoletos. Sin embargo, segun ha publicado 'El Mundo' se compraron por vía de urgencia adjudicando a dedo el contrato a una misma empresa.
La situación salió a la luz durante la última sesión de la Comisión de Vigilancia de la Contratación del Ayuntamiento de Madrid, celebrada el pasado miércoles. Allí se abordaron varios contratos tramitados en 2020 por la Policía Municipal, en pleno contexto de la pandemia por Covid-19, cuando muchas administraciones recurrieron a vías excepcionales para acelerar compras y adjudicaciones. Entre esos contratos se encuentran tres adquisiciones de material para la Unidad de Drones, cuya pertinencia, transparencia y rendimiento operativo han sido ahora cuestionados.
Un contrato de más de 1,2 millones adjudicado por vía urgente
El más llamativo de estos contratos asciende a 1.200.000 euros (IVA incluido) y fue asignado de manera directa a la empresa Dronesxervices S.L., con sede en Móstoles. La compañía no era fabricante de los drones adquiridos y, según los datos analizados por Más Madrid, no volvió a realizar ventas de magnitud comparable tras ese ejercicio. Dentro de esa operación se formalizó la mayor compra efectuada por la Unidad de Drones de la Policía Municipal madrileña hasta la fecha.
La partida más costosa correspondió a siete unidades del modelo Thyra V109, que junto a sus accesorios —mandos a distancia, baterías, cámaras térmicas, cámaras de visión nocturna, altavoces, formación y habilitación de pilotos, así como mantenimiento inicial— supusieron 889.955 euros. El grupo municipal denunció, además, un hecho llamativo: aunque la adquisición se justificó por “urgencia”, la Policía no contaba en ese momento con suficientes agentes habilitados para pilotar los dispositivos.
Drones casi sin uso y dados de baja a los pocos años
La falta de pilotos y otros factores contribuyeron a que los siete Thyra V109 apenas se utilizaran. Según la documentación remitida a Más Madrid en respuesta a varias peticiones de información elevadas por el concejal Miguel Montejo, el uso de estos drones fue mínimo: uno voló 15 horas, otro 20, otro 56 —el que más actividad registró—, uno 6, uno 4, otro 3 y el último menos de 50 minutos en total.
Los siete aparatos fueron dados de baja en diciembre de 2024, sin haber alcanzado en ningún caso las 75 horas de vuelo previstas para los primeros seis meses de utilización, plazo en el que debían someterse a una primera revisión. El propio contrato establecía como objetivo razonable un volumen anual de unas 150 horas de vuelo por dron. El desajuste entre inversión y uso ha dejado cifras llamativas: según explicó Montejo en la Comisión, la hora de vuelo de los Thyra V109 costó 8.240,32 euros al erario madrileño.
Pero los Thyra V109 no son el caso más extremo. El inventario de lujo de la Unidad de Drones incluye un modelo llamado Quaternum Hybrix, adquirido por 150.999,33 euros. Este dispositivo, según los datos municipales, se utilizó únicamente cinco horas antes de quedar fuera de servicio de forma definitiva a los tres años. El coste por hora de vuelo se elevó así a 30.000 euros.
Otro ejemplo es el Elios 2, también incluido en el contrato de urgencia del 2020, por un precio de 84.700 euros. A pesar de seguir técnicamente en activo, la Policía reconoce que su uso es muy limitado: solo ha acumulado 14 horas de vuelo, lo que sitúa su coste operativo en 6.050 euros por hora.
Montejo realizó una pregunta durante la Comisión a la subdirectora general económico-administrativa de la Dirección General de Policía Municipal, Itziar Mohedano; “Se vinieron ustedes arriba, ¿quién ordenó esta compra?”. Pese a ello, la subdirectora no contestó sobre quien ideó la compra, alegando que en 2020 no ocupaba ese puesto.
Fuentes municipales consultadas señalan que la adquisición estuvo muy influida por Pablo Enrique Rodríguez, director general de la Policía Municipal. Rodríguez ha protagonizado polémicas previas y, según estas fuentes, habría mostrado un especial empeño en reforzar y dotar de prestigio a la Unidad de Drones. Su nombre volvió a aparecer en titulares el pasado abril, cuando su vehículo oficial atropelló a una menor durante el llamado “gran apagón” en Madrid, un incidente que el propio director general no comunicó de inmediato a la corporación municipal. Tras cuatro meses de baja, regresó a sus funciones a finales de septiembre.
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