La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, prohibió de manera ilegal que los sindicatos entraran en el hospital Isabel Zendal, el proyecto faraónico de la líder regional, a su vez cargado de polémicas.

Así lo ha dictaminado la Justicia a través de una nueva sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJM) de Madrid, órgano que ha tumbado la decisión del equipo sanitario de Ayuso de no prohibir que miembros de Comisiones Obreras (CCOO) entraran en el centro para comprobar si las denuncias de los trabajadores -algunos de ellos obligados, según ellos mismos expusieron en su día, a realizar su labor en el Zendal- merecían una denuncia.

Tal y como explica el agente social, esta no es la primera sentencia en la que la Justicia decanta la balanza a su favor respecto de quién podía y quién no acceder a las instalaciones, y es que el hecho de que el territorio capitaneado por Ayuso torpedeara las labores de los sindicatos en el hospital vulnera, como certifica ahora el Tribunal Superior de Madrid, su legítimo derecho; concretamente el de acceder “al interior del Hospital Enfermera Isabel Zendal” así como el “acceso a todas y cada una de las dependencias del citado Hospital”.

De esta manera, la conclusión de los jueces es que “ningún obstáculo puede establecerse al acceso, en los términos de seguridad incluidos en el Acuerdo, para que puedan acceder al interior del Hospital para llevar a cabo sus funciones de modo presencial, por más que las visitas de personas externas, en general, estuviesen prohibidas”.

En otro orden de cosas, entre los argumentos que esgrimía la Comunidad y que rechaza ahora la Justicia se encuentra que la primera reconocía que la “activación y desactivación” del hospital “va a depender de las necesidades asistenciales existentes en casa momento”.

Un proyecto faraónico (y con un alto coste)

A principios de 2023 salía a la luz que Ayuso había duplicado en un año el coste del mantenimiento de su proyecto estrella durante la pandemia. El equipo regional sacaba por primera vez a concurso el contrato para ello por valor de 1.977.383 euros -IVA incluido-, para los próximos doce meses.

Esto se conocía después de que la Consejería de Sanidad adjudicara a dedo un contrato a Serveo Servicios -antes Ferrovial- por 570.000 euros. Aunque la adjudicación de contratos a dedo han sido un habitual desde que el hospital se pusiera en marcha, en 2020, no solo con la mencionada empresa, con quien reunió varias firmas en este sentido; uno de ellos, por ejemplo, por valor de 4,5 millones de euros por labores de limpieza, desinfección y desratización.

Así las cosas, habría que destacar otros contratos realizados con la misma metodología, algunos de los cuales ha desvelado este mismo medio, como uno que tenía que ver con la seguridad del edificio y que fue otorgado a dedo de manera sistemática a Ariete Seguridad S.A, entidad propiedad de una exconcejala del PP en Madrid.

Retomando el coste del lugar, éste fue de unos 170 millones para su puesta en marcha -lo que en la práctica supone más del triple de lo presupuestado- y solo en 2022 el funcionamiento fue de 15 millones de euros, cuando la ocupación semanal era de unos 30 pacientes. 

En busca de una función pospandemia

Más allá de polémicas -contratos a dedo, cifra de pacientes y de profesionales irrisorias dentro de las instalaciones, obligatoriedad de los médicos a acudir o la prohibición de introducir teléfonos móviles por parte de una de las personas ahora fulminadas del equipo sanitario-, el hospital sigue buscando qué necesidades cubrir después de la pandemia.

En septiembre del año pasado, la Comunidad de Madrid emití que el Zendal acogería un centro de atención diurna en el hospital.  Fuentes de la Consejería apuntaban entonces que el centro abriría sus puertas en febrero, pasando así a ser una primera solución hasta que el antiguo Hospital de Puerta del Hierro termine su unidad de hospitalización.

Según explicaban desde el Gobierno regional, el centro que para muchos ha supuesto un despilfarro, contará para este propósito con un espacio aproximado de 60 pacientes, el número de pacientes con ELA que Madrid estima que hay en la capital, aunque no descartaban el traslado de pacientes también de otras regiones.

En términos económicos, a inversión planteada para dar un lavado de cara y otras establecer otras funciones al Zendal es de 1,5 millones de euros solo para infraestructuras. Obedeciendo a aquella promesa, habrá que estar pendiente de si en el mes que viene el centro acoge ya a pacientes de esta enfermedad.