Son tiempos difíciles para todos aquellos jóvenes que aspiran a obtener una plaza pública para estudiar Formación Profesional en la Comunidad de Madrid. De acuerdo con diferentes fuentes del diario El País y con el sindicato CCOO Enseñanza, que realiza de manera anual un detallado estudio sobre la situación del sector educativo, el 45% de los alumnos solicitantes de Grado Medio (8.892 jóvenes de 19.931) se ha quedado fuera de la estructura educativa pública, mientras que el porcentaje de alumnos de Grado Superior que ha corrido la misma suerte asciende al 61% (24.383 jóvenes sin plaza pública, de un total de 39.994).

El problema no ha surgido de repente; el número de estudiantes que se quedan fuera del programa público de Formación Profesional va en aumento año tras año. El pasado curso, de las 60.900 solicitudes, casi 25.000 no fueron aceptadas y en el año académico que se avecina, de 59.900 solicitudes presentadas, más de 33.000 no han conseguido plaza. El resumen final asusta: el 55% de los aspirantes se ha quedado sin poder entrar en la educación pública.

“Cada vez son menos los centros que publican sus datos. Cada vez hay más opacidad. Es un sálvese quien pueda”, sostiene Isabel Galvín, representante de Educación de CCOO.

Porcentajes realmente preocupantes

En el caso de los Grados Medios, el informe de CCOO agrupa las cifras aportadas por el 71% de centros públicos (94 centros de los 133 que hay en la Comunidad de Madrid). Los datos son muy reveladores: el 45% (8.892 estudiantes de 19.931) no ha podido acceder a una plaza pública en Grado Medio de FP, casi 2.000 aspirantes más que el año pasado. El déficit de plazas se nota especialmente en las ramas sanitaria y tecnológica, ya que los más perjudicados han sido aquellos que querían estudiar Emergencias Sanitarias (66% de excluidos), Cuidados Auxiliares de Enfermería (56%) y Farmacia y Parafarmacia (54%). En la rama tecnológica, la misma historia: en el grado de Vídeo, Disc jockey y Sonido (83%), Montaje de Estructuras e Instalación de Sistemas Aeronáuticos (64%) y Sistemas Microinformáticos y Redes (49%).

La situación no es muy distinta en el caso de los Grados Superiores. Casi dos tercios de los jóvenes que querían matricularse se han quedado sin plaza pública. En este caso, la muestra del estudio se basa en la recopilación de datos del 66% de centros públicos (85 centros de los 128 que ofrecen estas formaciones en la Comunidad). Este curso, el déficit se agrava, pasando de un 54% de jóvenes sin plaza el año pasado a un 61% en 2022. En el caso de grados de alta demanda, como los de tipo sanitario, “el gran interés en esta rama confronta con una tremenda falta de plazas públicas”, apuntan desde CCOO Enseñanza.

En Laboratorio Clínico y Biomédico, por ejemplo, se quedan sin poder acceder al curso el 90% de los solicitantes (3.829 de un total de 4.276 solicitudes), en Prótesis Dentales, el 86%, en Anatomía Patológica y Citodiagnóstico, el 85%, y en Higiene Bucodental (80%). El sector de Imagen y Sonido, Informática y Comunicaciones también sale muy mal parado: en Animaciones 3D, Juegos y Entornos Interactivos el 86%. Lo mismo ocurre en Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos (78%) y en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma y Desarrollo de Aplicaciones Web (64%).

Una única alternativa, la privada

Dada la falta de plazas disponibles en la educación pública, aflora una única alternativa que muchos estudiantes no pueden ni siquiera plantearse: la educación privada. Dependiendo del Grado que quiera estudiarse, los precios pueden oscilar entre los 3.000 y los 10.000 euros por curso académico, cantidades que la mayoría de familias de la Comunidad de Madrid no pueden afrontar sin descabalar por completo sus cuentas. El Gobierno regional, sin embargo, se justifica aportando otros datos sin desgranar, que incluyen también los Grados de FP básica.

“En total este año se ofertan más de 97.500 plazas de FP pública. De cara al próximo curso, el Gobierno regional ha incrementado la oferta con la creación de más de 10.000 plazas públicas”, apunta un portavoz de la Consejería de Educación, que añade que, una vez finalizada la primera fase del periodo de admisión, que se cerró en julio, las vacantes son 3.323 de Grado Medio y 2.738 de Superior.

Volviendo a CCOO, Galvín sostiene que es una medida insuficiente, porque ”la demanda sigue sin cubrirse de manera efectiva”, palabras a las que añade que “los grados sanitarios, que son los más demandados en la pública, pertenecen al sector que el Gobierno de Madrid tiene más privatizado”. A su vez, califica la política de becas de la Comunidad de Madrid como “escandalosa”, y opina que el impacto de este tipo de “política pública de cheque” es “cortoplacista” y puede llegar a ser “demoledor”.

Las “becas para ricos” de Ayuso y sus intenciones más directas

Hace menos de dos meses, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso oficializaba un nuevo sistema de becas, mediante el cual aquellas parejas que tengan un hijo e ingresen hasta 107.739 euros podrán optar a la ayuda para cursar en centros privados Educación Infantil, Bachillerato o Formación Profesional (FP). Asimismo, quienes tengan dos niños y unos ingresos por debajo de 143.652 euros también podrán servirse de ellas, y lo mismo ocurre con los las familias de tres hijos e ingresos de 179.565 euros.

La medida fue puesta en entredicho por la mayoría social, incluso por los propios votantes de Ayuso. En primer lugar, el elevado límite salarial que las rige hace que puedan beneficiarse de ellas familias que, por su alto poder adquisitivo, no necesitan de manera desesperada una ayuda al estudio, como sí puede pasar con otras que tengan más dificultades económicas.

En otras palabras, que el límite salarial de las becas sea tan alto justifica que entren en la ecuación quienes no las precisan y hace que aquellos estudiantes que sí se vean excluidos. Atenta pues contra la naturaleza más básica de las políticas de redistribución, cuyo fin, por definición, se basa en paliar desigualdades y brindar oportunidades a aquellos que, por sus condiciones materiales y sociales, no las tienen.

En segundo lugar, que el destino de las becas sea exclusivamente el del ámbito privado refleja uno de los pilares de la estrategia política del Partido Popular: la debilitación de los ámbitos públicos mediante los recortes presupuestarios, que dañan la calidad, la eficiencia y el prestigio del sector público y hacen que lo privado, accesible solo para unos pocos, sea la única alternativa viable.

Las becas de Ayuso por tanto, presentan estas dos peculiaridades: se destina dinero público al beneficio del sector privado, y se falta al respeto a la naturaleza de las ayudas sociales.