A diferencia de otras Comunidades Autónomas que han sabido construir su propia identidad cultural a través de su himno o bandera, la región de Madrid no destaca por haber explotado este aspecto, siendo su himno, prácticamente desconocido y con el que los ciudadanos no tienen conexión.
Las palabras de Errejón sobre sustituir el actual himno por el “Pongamos que hablo de Madrid” ha abierto un debate en torno a la figura de la canción oficial de la Comunidad. El poco reconocido himno costó una peseta y tiene una letra que muy poca gente conoce.
El pasado mes de febrero se cumplieron 35 años de la firma del Estatuto de Autonomía en el Castillo de Manzanares del Real que dio origen a una región en la que todo estaba por hacerse, incluidos sus símbolos.
En su artículo 4, el Estatuto establece que la bandera autonómica es de color rojo carmesí con siete estrellas en blanco, de cinco puntas, colocadas cuatro y tres en el centro del lienzo, mientras que el escudo y el himno serían los recogidos en una ley que debía aprobar la Asamblea.
En junio de 1983, el socialista Joaquín Leguina se convirtió en el primer presidente de la Comunidad de Madrid y se puso manos a la obra para que los madrileños también tuvieran himno y escudo. De la definición del escudo y la bandera se encargó Santiago Amón, quien años más tarde, en 1998, murió en un accidente de helicóptero en la sierra de La Cabrera junto a la entonces directora general de Tráfico, Rosa de Lima Manzano.
Los encargados hacer del himno fueron Pablo Sorozábal Serrano y Agustín García Calvo; el primero es el autor de la composición y el segundo, de la letra.
Pablo Sorozábal Serrano, hijo del famoso autor de zarzuela Pablo Sorozábal Mariezcurrena, compuso de manera desinteresada la música del himno y así se lo hizo saber en una carta a Joaquín Leguina.
"Le ruego acepte mi renuncia a dichos honorarios y la interprete como un acto de solidaridad hacia usted y sus colaboradores ante las, por desdicha, previsibles campañas contra esta empresa que han de desatar sin duda poderosos grupos portavoces de intereses e ideologías antipopulares", le explicó el compositor al presidente madrileño.
García Calvo, escritor, poeta, ensayista, pensador, tres veces premio nacional -Ensayo en 1990, Literatura Dramática en 1999 y Traducción al conjunto de su obra en 2006- y uno de los tres catedráticos que más persiguió el régimen franquista, junto a Enrique Tierno Galván y José Luis López Aranguren, cobró de forma simbólica una peseta por escribir el texto.
"Yo estaba en el medio:/ giraban las otras en corro y yo era el centro./ Ya el corro se rompe,/ ya se hacen Estado los pueblos,/ y aquí de vacío girando sola me quedo", así arranca la letra del himno de la Comunidad de Madrid.
García Calvo escribió el texto en el momento en el que, tras Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía, estaban echando a andar el resto de las comunidades autónomas: "Ya el corro se rompe, / ya se hacen Estado los pueblos, / y aquí de vacío girando sola me quedo. / Cada cual quiere ser cada una; / no voy a ser menos: / ¡Madrid, uno, libre, redondo, /autónomo, entero!".