El PSOE madrileño presentó el pasado miércoles 8 de julio en la Asamblea de Madrid una petición para que la Cámara de Cuentas revise todos los contratos licitados con carácter de urgencia por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante la pandemia. Fuentes socialistas confirman a ElPlural.com que la iniciativa contará con el apoyo de Más Madrid y Podemos, por lo que Vox, muy crítico con Ciudadanos, podría dar el toque de gracia a la presidenta regional con una hipotética abstención.

Esta iniciativa se ha incorporado al orden del día de la Comisión de Presupuestos, Hacienda y Función Pública, para su toma en consideración y votación este martes. Los socialistas consideran “sospechosas” algunas de las prácticas que han trascendido a lo largo de la pandemia y llevan a la Asamblea esta iniciativa para que se conozcan todos los detalles de unas ominosas prácticas de las que todavía no se han rendido cuentas. De salir adelante, la Cámara de Cuentas estudiaría contratos como los presuntamente otorgados a la cadena hotelera Room Mate Group, de la cual se aprovechó Ayuso pagando un módico precio por dos apartahoteles de lujo durante la pandemia; los “famosos aviones millonarios” por los que se movilizaron más de 50 millones de euros para traer material sanitario o los contratos otorgados a empresas conocidas por la administración regional para levantar el hospital de campaña de Ifema.

En la iniciativa presentada por el PSOE y rubricada por el líder de la formación en Madrid, Ángel Gabilondo, los socialistas solicitan “el impulso del ejercicio de la función fiscalizadora por la Cámara de Cuentas de los contratos tramitados por el gobierno regional mediante el procedimiento de emergencia durante la epidemia por COVID-19”. Esta petición será debatida este martes en la Comisión de Presupuestos, Hacienda y Función Pública que tendrá lugar en la Cámara autonómica a partir de las 18.00 horas.

Tres escándalos; vaguedad en las respuestas

A la espera de conocer el resultado de la petición, Isabel Díaz Ayuso se enfrenta a uno de los momentos más delicados de la legislatura. Una auditoría que puede ser facilitada por la extrema derecha madrileña, en constante debate con Ciudadanos. Pese a parecer complicado inicialmente, los socialistas ya se han servido del malestar del Ejecutivo madrileño para presidir la Comisión de Reconstrucción y la Comisión de Investigación de las Residencias gracias a la incapacidad de las tres derechas para votar de forma unánime.

“Después de lo ocurrido con algunos contratos gestionados durante el Covid, que aparecían y desaparecían en el portal de contratación sin ninguna explicación razonable, de que muchos de los contratos de las compras realizadas ni siquiera se conozca dónde están, ni cuál ha sido el gasto realizado en muchos de ellos, y de que no se nos entregan los expedientes solicitados, consideramos que es necesario aclarar la situación”, ha explicado el PSOE en una nota remitida a periodista, instando a la Cámara de Cuentas a que “fiscalice la gestión de toda la contratación de este periodo” para que “los madrileños puedan saber qué ha pasado y cómo se ha gastado el dinero público”.

Una estancia privilegiada y un contrato que desaparece

Una estancia personal a un precio irrisorio, unos aviones que llegaban a cuentagotas y un hospital que pese a la pompa publicitaria escondía licitaciones concedidas a dedo que suponían un agujero importante en el erario madrileño. Errores y omisión de respuestas han sido la tónica general. Basta con apreciar cómo sacudió los cimientos del núcleo duro de Ayuso su vivienda durante la pandemia: dos apartamentos propiedad de Kike Sarasola que la presidenta disfrutaba por un precio muy inferior al valor de mercado.

En el primer momento, Ayuso dijo que se mudaba allí al ser notificada como positivo en coronavirus. Poco después, se conocía por la prensa que esto no era así, ya que en un documento de la propia Comunidad de Madrid se informaba de su traslado días antes de que se le realizara el test. Pero si algo fue realmente notorio fue el contrato que apareció durante unas horas en el Portal de Contratación de la administración regional, donde se informaba que Room Mate Group (cadena hotelera de Sarasola) habría sido la presunta beneficiaria de un contrato por valor de 565.179,64 euros adjudicado a dedo por parte de la Comunidad de Madrid. Este importe se destinaba por la medicalización de los dos siguientes establecimientos: Hotel Room Mate Alicia sito en la calle del Prado nº 2-MADRID (34 habitaciones) y Hotel Room Mate Alba sito en la calle de las Huerta nº 6-MADRID (80 habitaciones).

La Comunidad de Madrid, desconcertada por las preguntas de este medio, no dudó en sacudirse de encima las responsabilidades arremetiendo contra la consejería de Políticas Sociales, liderada por el dirigente de Ciudadanos Alberto Reyero.

La compra de material sanitario en “un mercado persa”

Después de condenar al Gobierno de Pedro Sánchez incluso alegando que se estaba reteniendo el material sanitario en aduanas -afirmación totalmente desmentida por la administración central-, la Comunidad de Madrid se lanzó a comprar su propio material. La presidenta de la Comunidad de Madrid autorizó un gasto de 23,3 millones de euros destinados a material sanitario procedente de China, ampliando esa partida hasta los 47,3 millones de euros. El 1 de abril el montante ascendió cinco millones más, alcanzando así la cifra de 52 millones.

Los aviones llegaron, pero costó mucho, y la oposición quiere conocer si la totalidad del dinero movilizado se invirtió. Ayuso se defendió de las críticas en su momento alegando que China era un “mercado persa”, totalmente saturado e inestable.

Ifemazo: contratos a dedo concedidos a viejos amigos

El hospital de campaña de Ifema se ha convertido en el símbolo de la lucha contra el virus. Un complejo levantado a contrarreloj que se despidió a lo grande en una fiesta de despedida no exenta de polémica.

Sin embargo, las prisas por dar la vuelta al complejo ferial para que prestara un servicio médico, descongestionando las UCI de los hospitales públicos madrileños y aligerando un poco la presión hospitalaria durante la peor etapa de la crisis de la Covid-19, llevaron a la Comunidad de Madrid a adjudicar servicios a empresas privadas conocidas para la consejería de Sanidad y que recibieron un alto importe por el trabajo realizado. En total, la Comunidad de Madrid realizó 15 contratos:  nueve hasta el 30 de junio (el hospital cerró el 1 de mayo), dos hasta el 31 de mayo, tres hasta el 31 de marzo y uno posterior. Adjudicaciones que supusieron a las arcas públicas un gasto de 15,6 millones de euros, lo que supone que cada día que el hospital de Ifema permaneció abierto se gastaron más de 380.000 euros.

El Grupo GEE puede ser investigado

Uno de estos contratos, por valor de 368.995,38 euros, recayó en la empresa Ibérica de Mantenimiento (Iberman), perteneciente al Grupo Empresarial Electromédico -que también comprende a Asime e ITH Maroc-. El GEE ha mantenido una relación fluida con la administración regional, en manos del PP dese hace 25 años, valiéndose de prórrogas sin concurso público denunciadas por la oposición y a las que no se les ha puesto remedio. ElPlural.com ha informado en exclusiva de las relaciones de este grupo con los principales hospitales de la Comunidad de Madrid.

Una trama encubierta de la que la consejería popular no ha querido dar declaraciones pese a la insistencia mostrada por ElPlural.com. Sí lo han hecho algunos de los hospitales que han cometido esta infracción contractual, reconociendo la información y dejando en el aire el motivo por el que hasta ahora no se ha iniciado un nuevo procedimiento de contratación mientras se siguen destinando millones de euros a las citadas empresas sin que medio ningún concurso público.

Por el momento, son siete los hospitales que han sido sometidos al escrutinio este medio. Una trama orquestada que se conecta a lo largo y ancho de Madrid: 30 millones de euros en La Pazmás de 22 en el Clínico San Carlos16 en el Severo Ochoa14 en el Ramón y Cajal3 millones en el Niño Jesús900.000 euros en el Universitario de Getafe y cientos de miles de euros en el Carlos III.