Ya recuperada tras dar positivo en coronavirus, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha concedido este lunes una entrevista a esradio para valorar la última hora de la lucha contra la Covid-19. Como viene siendo habitual, las intervenciones de la popular han girado en dos ejes: las críticas al mando único por postergar decisiones pese a existir indicios de la magnitud de la pandemia y las labores que se están realizando desde el Ejecutivo madrileño: “Nada me gustaría más que tener la satisfacción de estar protegida por el mando único”, ha manifestado en tono crítico.

Una petición de ayuda que venía acompañada de continuas críticas a la gestión de la administración central. Sintiéndose desamparada, la presidenta regional ha manifestado que los esfuerzos realizados para traer material sanitario han sido constantes y de una extrema dureza, máxime para una comunidad autónoma que “ha estado abandonada”: “Si para un Gobierno es difícil, ¿cómo no lo va a ser para una autonomía?”, se ha preguntado, reconociendo, tras meses de negación y secretismo, que las dificultades encontradas en este “mercado persa” en el que “las leyes se han ido cambiando” han derivado en pérdidas: “Yo como comunidad autónoma me he estado pegando con otros países sin tener la misma fuerza. Lo que hemos tenido que hacer es buscar distribuidores que regularan el material con las leyes chinas que han cambiado dos veces de criterio, provocando que muchísimo material que estaba a punto de embarcar se dejara en pista, se perdiera”.

Horas más tarde, y después de que el diario Público se hiciera eco de estas declaraciones, Ayuso ha salido al paso a través de redes sociales asegurando que "esta situación ha sucedido, pero no en Madrid. No hemos perdido nada ni a nosotros nos han estafado". Una aseveración contraria a la expuesta de forma previa en la entrevista previamente mencionada.

Detalle que no había sido reconocido hasta el momento y que la presidenta de la región ha comentado por encima. Con un tono menos crítico de lo habitual con el Gobierno central, Ayuso ha achacado la tardanza en las gestiones con China en la demanda creciente y salvaje de todos los agentes mundiales que compiten por una oferta reducida pagando altos costes: “Lo cierto es que las compras a nivel internacional se están poniendo muy complicadas. Es como comprar en un mercado persa: los países se quitan los productos, hay que pagar adelantado… la forma de evitar el fraude hace que las cosas se compliquen muchísimo más”.

No ha querido la popular dejar pasar la oportunidad para felicitarse a sí misma y a su equipo del avión que aterrizó este domingo en el aeropuerto de Barajas: “El avión de ayer es uno de los cargueros más importantes del mundo, y el personal de Barajas nos dijo que era el cargamento más importante que se había recibido”.

Asimismo, la presidenta autonómica ha pedido mayor interacción con los ayuntamientos (nos gustaría recibir más información) y feedback con el Gobierno: “Cuando dicen lo del mando único, lo único que hacen es mandar pero gestionamos las comunidades autónomas. La lealtad está muy mal tomada. Yo debo ser leal a los ciudadanos, pero a mí el Gobierno nunca me ha contestado a nada, a ninguna carta ni tampoco me ha invitado a La Moncloa”, ha esgrimido, catalogando las decisiones del Ejecutivo como “una improvisación constante”: “Anunciaban que iban a anunciar un anuncio en las primeras ruedas de prensa. Esto ha pasado desde el principio. Yo decidí apoyarlo porque un país no entiende de regionalismos, pero lo que hemos visto es que luego no ha sido así. Quieren repartir culpas, y por ahí no voy a pasar”, ha sentenciado.