La Generalitat ha dado un paso más en su intento de contener el brote de la comarca del Segrià, en Lleida. Ocho días después de confinar a sus más de 200.000 habitantes, ahora ha decidido cerrar siete municipios de la comarca, entre los que se incluye la capital. Además de Lleida, no podrán salir los vecinos de Alcarràs, Aitona, Granja d’Escarp, Massalcoreig, Seròs, Soses y Torres de Segre.

Entre las medidas adoptadas por la consellera de Salud, Alba Vergés, destaca la restricción total de salida de los términos municipales salvo para trabajar, acudir al centro de salud o cuidar de personas mayores o con problemas de movilidad.  Así se ha anunciado este domingo en la Delegación del Govern en Lleida, en una rueda de prensa capitaneada por la consellera de Salud y su homologo en Interior, Miquel Buch.

La grave situación que atraviesa la región ha dejado unos datos demoledores. Contener el virus está siendo tarea imposible, y la Generalitat ya ha llegado a mostrarse resignada apelando a la responsabilidad individual. Especialmente intensos han sido estos discursos para la gente joven, comprendida entre los 15 y los 29 años.

En las últimas horas, se han registrado en Cataluña un total de 816 nuevos casos, 190 de ellos en la comarca leridana del Segrià, en confinamiento perimetral desde hace una semana, y se ha contabilizado una nueva víctima mortal, frente a las nueve de ayer. El total de casos supone un repunte de cerca de 450 contagiados más que los registrados este sábado, 361.